La intervención de los Mossos d´Esquadra en familias consideradas de riesgo ha evitado 104 ablaciones, según el Departament d´Interior de la Generalitat. Esa tarea de prevención se ha basado en la sensibilización y gracias a los protocolos de actuación. Y esa neutralización se ha logrado sin llegar a los casos extremos de hace unos meses cuando se retuvieron los pasaportes a dos familias de Premià y Mataró para evitar que viajas en a sus países de origen e incluso se les retiró por unos meses la custodia de sus hijas. Alba García, directora del programa Seguretat contra la violència masclista, destaca que "los Mossos son la única policía de Europa que tiene un protocolo contra la Mutilación Genital Femenina". La pasada semana viajaron a Gambia para explicar este trabajo dos responsables de los Mossos.
Cada día se nos mueren mujeres de parto, niños de malaria y gente que pasa hambre, nuestro drama es la pobreza y a su lado el tema de la ablación es poca cosa". Tras esa contundente respuesta que la vicepresidenta de Gambia, Isatou Njie-Saidy, dio a la antropóloga Adriana Kaplan se esconde toda o buena parte de la complejidad del problema de la mutilación genital femenina. Aun así, el Gobierno de la República de Gambia acaba de asumir como Programa Nacional el proyecto Iniciació sense mutilació,dirigido por Adriana Kaplan, investigadora de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
Adriana Kaplan
El objetivo de este proyecto es implementar en Gambia y en España una estrategia pionera para abordar la mutilación genital femenina (MGF) basada en la sensibilización, la prevención y el incremento de la capacidad de decisión de las mujeres para que ellas asuman alternativas que eviten la mutilación. Se debe mantener el ritual de paso de la infancia a la adolescencia, en lo que significa de transmisión de conocimientos yde identidad y de reconocimiento del nuevo estatus de las niñas, convertidas en mujeres pero suprimiendo la mutilación física que realizan las mujeres viejas, las nangsingbah.
Kaplan explicó el gran cambio de un Gobierno que no penaliza la ablación ni otras prácticas similares, pero que hace diez años prohibió cualquier trabajo de sensibilización sobre las MGF como respuesta a la agresividad con la que enfocaban el tema determinadas ONG. Kaplan se refirió a un documental realizado "con ojos africanos". Se han suprimido escenas duras. "No es necesario el terrorismo visual, no se necesitan caras dramáticas de mujeres magulladas para tomar conciencia". El documental sobre ese ritual se hizo en 1992 y no incluye escenas sobre la ablación, sino sobre la fiesta. También recoge la opinión de una de las niñas, Ada, inmigrante gambiana en Catalunya, que diez años después dice recordar la fiesta pero también el dolor de las otras niñas.
En Gambia, el proyecto se coordina desde la facultad de Medicina, en convenio con la UAB para formar a los profesionales de la salud pública. Según Kaplan, eso significa que "la transferencia del conocimiento queda en manos de Gambia y, por lo tanto, está asegurada la sostenibilidad".
El caso de las ONG que aparecen y desaparecen ha hecho mucho daño en los países africanos. También se señala la importancia de que los 108 médicos cubanos que trabajan en Gambia se incorporen a ese proyecto.
Otra de las acciones de ese proyecto, financiado por la Fundació La Caixa y gestionado por el Institut d´Investigació en Atenció Primària (IDIAP Jordi Gol) y por la ONG Wassu Gambia Kafo, es la creación de un Observatorio de las MGF, que ya ha dado a conocer dos encuestas del año 2007. La primera, entre familias subsaharianas del Maresme, indica que hay un 88% de mujeres que está en contra de la mutilación, pero también hay un 74% que cree erróneamente que la ley sólo penaliza las que se hacen en España. Otro dato es que el 57% acepta el ritual alternativo, pero en cambio sólo un 45% de las mujeres acepta el compromiso preventivo (protocolo de que no realizarán la MGF en viajes a su país). Por otro lado, un 40% de los gambianos que viven en Catalunya sigue creyendo que no realizar la MGF puede suponer no tener hijos.
De acuerdo con los datos conocidos sobre ablaciones, se calcula que en Catalunya hay más de 3.600 mujeres que han sufrido mutilación genital y más de 2.000 niñas con riesgo de sufrirla. Unas cifras que reflejan la magnitud y trascendencia del problema.
6-II-09, J. Playà Maset, lavanguardia