La UE tiene más preguntas de las que probablemente el nuevo Gobierno estadounidense puede responder ahora mismo sobre el cierre de Guantánamo. Pero también una posición clara sobre otro asunto en el que el presidente Barack Obama podría perpetuar las prácticas de su antecesor: el futuro de prisiones como la de Bagram (Afganistán), con cientos de detenidos sin protección legal alguna. Obama ha dado señales de querer mantenerlas.
Para la UE, la base de Guantánamo (y los horrores que representa) "no debería ser simplemente transferida a otro sitio, como por ejemplo Bagram", afirma un documento interno del Consejo y la Comisión Europea. Es la base política de la visita que una delegación comunitaria realizará a Washington el 17 de marzo para hablar de la posible recolocación de presos de Guantánamo en Europa, una colaboración que la UE espera ver correspondida con una revisión global de la política antiterrorista de EE. UU.
Los ministros del Interior de la UE discutieron ayer por primera vez las implicaciones para la seguridad de esta iniciativa, limitada a la acogida de presos limpios.Son personas contra las que no hay cargos y que "estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado cuando fueron arrestadas", explicó el coordinador antiterrorista, Gilles de Kerchove.
La ayuda europea beneficiará a aquellos que, según sus abogados, siguen ahí porque temen represalias o torturas si vuelven a sus países. Pero con condiciones. La primera, que si lo desean, puedan quedarse en EE. UU., un paso político que Washington aún no ha dado. Si, en cambio, prefieren ir a Europa, los gobiernos pedirán acceso completo a sus expedientes para hacer su propia evaluación de riesgos. La UE quiere saber si EE. UU está dispuesto a pagar la atención médica y psicológica que estas personas pueden necesitar. Los ministros acordaron informarse sobre la situación de estas personas, como piden los países reacios a la idea.
El ministro Alfredo Pérez Rubalcaba reiteró que el Gobierno "tiene claro" que quiere cooperar, a ser posible con una posición común de la UE y cuando se solventen "dificultades legales de todo tipo". Al menos cuatro reclusos limpios quieren instalarse en España, por sus lazos lingüísticos o sociales con el país.
27-II-09, B. Navarro, lavanguardia