(v. letales resultados de la política prohibicionista en materia de drogas)
Miembros de la ONU firmarían esta semana una declaración extendiendo por otros 10 años una política de "guerra contra la droga" que, según sus críticos, es errada, fomenta el crimen organizado, ayuda a divulgar el VIH y socava la autoridad de los gobiernos.
La declaración de la estrategia de la ONU, que se prevé será firmada en Viena entre el miércoles o jueves, marca la culminación de un año de divisivas conversaciones entre estados miembros para intentar acordar una política anti narcóticos unificada para la próxima década.
En la última convención en 1998, el lema "Un mundo libre de droga, podemos hacerlo" lanzó una campaña para erradicar todos los narcóticos, desde el cannabis hasta la heroína, usando la ley para atrapar a productores y traficantes y acabar con los consumidores a nivel global.
Activistas de políticas anti droga, científicos sociales y expertos en salud argumentan que esa estrategia ha fracasado y las estadísticas muestran que la producción, el tráfico y el consumo de drogas aumentó en la última década, mientras que el costo de aplicar la ley, tanto financiera como socialmente, se ha disparado, con grandes cantidades de gente en prisión.
En Estados Unidos, donde el uso de drogas ilegales es el más alto del mundo, el Gobierno gasta alrededor de 70.000 millones de dólares por año para combatir las drogas.
Pero la estadística de consumo han crecido constantemente en la última década y un quinto de la población carcelaria fue condenada por crímenes relacionados a la droga.
Activistas anti drogas sostienen, además, que la falta de foco en las estrategias para reducir los daños, como programas para evitar el intercambio de agujas usadas para drogas intravenosas, fomentaron la divulgación del VIH y otras enfermedades, agravando el fracaso de la guerra contra las drogas.
"La guerra contra las drogas ha fracasado, pero se van a comprometer con ella una vez más", dijo Genevieve Horwood, abogada británica y miembro del Consorcio Internacional de Política de Drogas, que aboga por nuevas estrategias para el tema.
"Aunque hay estados miembros que están en desacuerdo con la declaración, la van a firmar, porque no hay otra estrategia en la que todos puedan ponerse de acuerdo", añadió.
¿MAS ESTADOS NARCO?
La declaración de Viena se está redactada bajo el auspicio de la Oficina de Drogas y Crimen de la ONU (UNODC, por sus siglas en inglés).
Su director, Antonio Maria Costa, reconoce el fracaso en la lucha contra las drogas en la última década, pero lo atribuye más a fallas en la aplicación de la ley que a defectos propios de las estrategias contra las drogas... "Dado que el tráfico de droga enriquece a los criminales, destruye comunidades y hasta amenaza a naciones enteras, debe ser enfrentado de forma urgente y resuelta. Es necesario un cambio de política contra el crimen, no a favor de las drogas", añadió.
La complejidad del tema de las drogas, con implicaciones en áreas desde la salud, la política social y la aplicación de la ley, hasta el crimen organizado, las relaciones internacionales y el medio ambiente, implica que no hay dos países que aborden el problema de la misma manera.
Mientras muchos países en Europa y América Latina se oponen a la redacción de la declaración de Viena -y lo han dicho abiertamente, demandando la inclusión de estrategias de reducción de daños- no han logrado generar un consenso.
Eso ha dejado a Estados Unidos y otros países que favorecen el enfoque de lucha contra el crimen y tolerancia cero -entre ellos India, China y Rusia- al frente de la guerra contra las drogas.
Aquellos que están en contra de la estrategia liderada por Estados Unidos temen que otros 10 años usando el mismo método fomenten el crimen organizado -que recauda un estimado de 200.000 millones de dólares por año gracias al tráfico ilegal de drogas-, aumenten la divulgación del VIH y produzcan nuevos estados narco como Guinea-Bissau, Afganistán y, cada vez más, México.
"Es una trágica ironía que la ONU, reconocida por contribuir al mantenimiento de la paz, esté siendo usada para librar una guerra que genera una miseria inexplicable a algunas de las personas más marginadas de la tierra", dijo Danny Kushlick, presidente de Transform, un grupo británico de políticas anti droga.
"Más de 8.000 muertos en México en los últimos años, la desestabilización de Colombia y Afganistán, la constante corrupción e inestabilidad en el Caribe y el Africa Occidental son testimonios del catastrófico impacto de un sistema de control de drogas basado en la prohibición global, añadió.
10-III-09, Luke Baker, yahoo
Reporte adicional de Mark Heinrich en Viena