(v. campanyes > erradicació bombes de dispersió)
March 12, 2009, hrw
Un proyecto de ley que fue aprobado el 11 de marzo de 2009 por el presidente Obama hará permanente la prohibición de casi todas las exportaciones de bombas de racimo de Estados Unidos, dijo hoy Human Rights Watch. Estados Unidos debe revisar su postura sobre la adhesión al tratado internacional que prohíbe las municiones de racimo a la luz de esta acción, dijo Human Rights Watch.
“Esta prohibición permanente a la exportación es un giro importante en la política de Estados Unidos”, expresó Steve Goose, director de la división de Armas en Human Rights Watch. “Alinea más a Washington con la opinión internacional sobre esta terrible arma”.
El Congreso incluyó la prohibición de exportación en un proyecto de ley de presupuesto general (HR 1105) que el Senado aprobó el martes. La legislación establece que las municiones de racimo pueden ser exportadas sólo si dejan menos de un 1 por ciento de sus submuniciones sin explotar. Las submuniciones de racimo a menudo no explotan durante el impacto inicial, dejando municiones fallidas que actúan como minas terrestres y representan un peligro para los civiles. La legislación también requiere que el país receptor convenga en que las municiones de racimo "no se utilicen donde se sabe que habrá civiles presentes". Sólo una diminuta fracción de las municiones en racimo en el arsenal de Estados Unidos cumplen con la norma del 1 por ciento.
Esta prohibición de exportación fue primero promulgada en un proyecto de ley presupuestario similar en diciembre de 2007, pero esa ley sólo estipulaba este mandato por un año.
"La aprobación de esta medida es otro indicio de que el Presidente debe iniciar una revisión profunda de la política de Estados Unidos con respecto a las municiones de racimo", dijo Goose. "Si es inaceptable que ejércitos extranjeros hagan uso de estas armas, ¿por qué sería aceptable para el ejército de Estados Unidos usarlas?"
La política de Estados Unidos sobre las municiones de racimo fue articulada por última vez en una directiva de política de tres páginas emitida por el secretario de Defensa Robert Gates en julio del 2008. La directiva describió las municiones de racimo como “armas legítimas con clara utilidad militar". Bajo esta política, Estados Unidos continuará usando municiones de racimo y, después de 2018, sólo utilizará municiones que cuenten con una margen de error menor al 1 por ciento.
En diciembre del 2008, una vocera del equipo de transición de Obama, dijo que el siguiente presidente “revisaría cuidadosamente” el nuevo tratado que prohíbe las municiones de racimo y “trabajará muy de cerca [con] nuestros amigos y aliados para asegurar que Estados Unidos esté haciendo todo lo que sea factible para promover la protección de civiles”.
En febrero de 2010, Human Rights Watch se unió a líderes de otras 66 organizaciones no gubernamentales nacionales en la firma de una carta conjunta exhortando al presidente Obama adherirse a la Convención sobre Municiones de Racimo. Human Rights Watch es co-presidente de la Coalición de Municiones de Racimo, que ayudó a fundar en noviembre de 2003. Es también miembro fundador de la Campaña de los Estados Unidos para la Prohibición de las Minas Terrestres y las Bombas de Racimo.
"La prohibición de la exportación pone a los Estados Unidos un paso más cerca de la posición adoptada por casi 100 naciones - incluyendo sus aliados más cercanos de la OTAN - que han firmado el tratado de prohibición de las municiones de racimo", dijo Goose. "La decisión de los Estados Unidos para firmar el tratado, sería sin duda, la señal del compromiso del presidente Obama con la diplomacia multilateral."
La Convención del 2008 sobre las Municiones de Racimo se abrió a la firma en diciembre. Esta Convención prohíbe el uso, producción, almacenamiento y transferencia de municiones de racimo, y establece plazos estrictos para el despeje de las zonas afectadas y la destrucción de los almacenamientos de municiones de racimo existentes. Un total de 95 Estados han firmado la Convención, incluyendo la mayoría de los miembros de la OTAN y otros aliados cercanos a Estados Unidos. El gobierno de Bush decidió no participar en el desarrollo o la negociación de la Convención, que se basa en el tratado de 1997 sobre la prohibición de las minas terrestres.
Si bien la historia está incompleta, Estados Unidos ha trasladado cientos de miles de municiones de racimo que contienen decenas de millones de submuniciones inexactas y poco fiables a por lo menos a 28 países: Alemania, Argentina, Australia, Bahrein, Bélgica, Canadá, Egipto, Dinamarca, Francia, Grecia , Honduras, Indonesia, Israel, Italia, Japón, Jordania, Corea del Sur, Marruecos, Países Bajos, Noruega, Omán, Pakistán, Polonia, Arabia Saudita, España, Tailandia, Turquía, los Emiratos Árabes Unidos y el Reino Unido.
Muchos de estos Estados se han adherido a la Convención sobre las Municiones de Racimo y están en proceso de destruir sus municiones de racimo almacenadas. Las municiones de racimo exportadas por los Estados Unidos han sido usadas por otros Estados en Líbano, Irak, la antigua Yugoslavia, y Sahara Occidental.
Las municiones de racimo pueden ser disparadas por artillería y sistemas de cohetes o arrojadas por aeronaves, y suelen explotar en el aire y envian docenas, incluso cientos, de pequeñas bombas sobre una zona del tamaño de un campo de fútbol.