(v. noticiari Darfur)
Omar al Bashir, presidente de Sudán, llegó ayer a este país para efectuar una peregrinación a La Meca, en su quinto viaje desde que el Tribunal Penal Internacional dictó orden de detención contra él por crímenes de guerra en la regiónde Darfur. Al Bashir llegó a Arabia procedente de Qatar, donde recibió el apoyo de muchos de los líderes de la Liga Árabeque participaban en la cumbre de la misma. Ban Ki Mun le pidió que permitiera el regreso de las ONG expulsadas.
2-IV-09, reuters, lavanguardia
Si no fuese por la desafiante presencia del general Omar al Bashir, presidente de Sudán, la conferencia de la Liga Árabeen Doha, capital del rico principado petrolífero de Qatar, sería la monótona repetición de las divisiones habituales de los dirigentes del Magreb y del Mashreq. Al Bashir se enfrenta a un mandato de detención del Tribunal Penal Internacional de La Haya (TPI), acusado de crímenes de guerra y contra la humanidad.
Tocado con su tradicional turbante blanco, vestido con su capa o abaya blanca, empuñando su inseparable bastón de mando, Omar al Bashir ha querido dejar bien claro que no teme la justicia del TPI. Al Bashir que gobierna desde hace veinte años, ha pedido a los estadistas árabes la adopción de resoluciones enérgicas para reclamar la anulación de la orden de este tribunal. El rais sirio Bashar el Asad pidió a los asistentes el "completo respaldo al Sudán", evocando la situación creada en Palestina"el pasado siglo cuyas consecuencias todavía padecen los pueblos árabes".
La percepción que tienen muchos árabes del conflicto de Darfur es que se trata de una nueva "maquinación occidental" para dividir otro Estado árabe y musulmán como aconteció en Iraq. En Darfur se enfrentan desde hace seis años el ejército sudanés y milicias locales afines con grupos de guerrilleros defensores de la población negra discriminada por el Gobierno central. La guerra ha causado la muerte de 300.000 personas según la ONU. En el trasfondo del problema yace el tema del reciente descubrimiento de yacimientos petrolíferos que quieren explotar compañías occidentales con las que están relacionadas organizaciones locales guerrilleras.
La presencia Al Bashir no ha impedido que el secretario general de la ONU, Baen Ki Mon, asistiese a la cumbre y pidiera al presidente que permita la vuelta a Darfur de las ONG expulsadas por la orden del TPI.
31-III-09, T. Alcoverro, lavanguardia
El presidente de Sudán, Omar al Bashir, sobre quien pesa una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes de guerra en la provincia de Darfur, fue recibido ayer en El Cairo por su homólogo egipcio, Hosni Mubarak, sin que el viaje hubiera sido previamente anunciado. Al Bashir estuvo en la pequeña y aislada Eritrea el pasado fin de semana, pero la visita al vecino Egipto tiene apariencia de desafío. En El Cairo se confirmó la intención del líder sudanés de acudir a la cumbre de la Liga Árabeen Qatar, a finales de mes. Ni Egipto ni la mayoría de los 22 países de la Liga Árabe- excepto tres, Jordania, Comoras y Yibuti-son firmantes del tratado del TPI, como tampoco lo es Estados Unidos, valedor de Egipto y principal alentador de la campaña internacional sobre el genocidio de Darfur, que ha costado la vida a 300.000 personas y ha supuesto 2,7 millones de desplazados desde el 2003. El ministro de Exteriores egipcio, Ahmed Abul Geit, fue ayer taxativo: "Hay una postura común egipcia, árabe y africana que no acepta el modo en que el tribunal ha tratado al presidente de Sudán". Por su parte, el primer ministro de Qatar, jeque Hamad bin Jasim al Thani, dice haber recibido "presiones" para no invitar a Al Bashir pero que este "es libre de tomar sus decisiones" sobre si acudir o no. No obstante, ulemas sudaneses y miembros del Gobierno de Jartum han advertido a su presidente que quizás corra peligro si viaja a Qatar. Aunque este peligro no exista (la Liga Árabedice que hará caso omiso de la orden internacional de detención), quizás su ausencia de la cumbre evite situaciones embarazosas.
26-III-09, agcs/red, lavanguardia