Marc trabaja en el sistema penitenciario del Estado de Nueva York, uno de los más progresistas del país; entre otras cosas, impide privatizar las prisiones, que en California, por ejemplo, constituyen una de las industrias más florecientes. Cree que es un momento importante y que pueden cambiar muchas cosas: "El Estado de Nueva York tiene un gobernador negro, David Paterson, que conoce y comprende los problemas de los reclusos. El veinte por ciento de los arrestos se produce a consecuencia de pequeñas posesiones de droga. Ese porcentaje representa cuarenta mil arrestos anuales. Si se despenalizaran ciertos pequeños delitos y se elevase la edad de ingreso en prisión, sería posible, además de dejar a menos jóvenes marcados personal y socialmente, cerrar cuatro prisiones. Esto supondría un ahorro significativo en un sector que está sobredimensionado. Y vamos a lograrlo".
8-IV-09, M. Sentís, culturas/lavanguardia