Contra todo pronóstico, saltándose a la torera el acuerdo alcanzado con el Consejo de Ministros para pasar de puntillas sobre el espinoso asunto de las descargas de contenidos audiovisuales por internet, el pleno del Parlamento Europeo se pronunció ayer contra las leyes antipiratería que prescinden de la orden judicial previa para cortar la conexión a un usuario por su presunta actividad ilegal.
En el origen de la polémica está la ley que Nicolas Sarkozy intenta aprobar en Francia para que las teleco, cual sheriffs de internet, corten el acceso a la red al tercer aviso si cree que realiza descargas ilegales. Ante esta posible "violación de las libertades individuales", el año pasado una mayoría de eurodiputados aprobó una enmienda reclamando una orden judicial previa para poder intervenir. Sin embargo, los representantes del Parlamento que hace una semana negociaron a puerta cerrada el texto con los ministros de Telecomunicaciones, pactaron un texto más suave que recordaba que el usuario siempre tiene derecho a acudir a los tribunales si no está de acuerdo. La batalla se daba por perdida.
Por eso la sorpresa fue mayúscula cuando, ayer a las dos de la tarde, 407 eurodiputados se pronunciaron a favor de una enmienda alternativa que, aunque hace descarrilar todo el paquete legislativo de reforma de las teleco, pone por delante "las libertades personales y los derechos en las redes de comunicación", como el parlamentario holandés Jules Maaten narró en directo a través de su twitter desde la sala de plenos en Estrasburgo.
La revuelta de los diputados del grupo liberal fue definitiva para dar un vuelco a la votación, al considerar que el texto de compromiso no ofrecía suficientes garantías legales para los usuarios de internet. Sólo 171 parlamentarios se mantuvieron fieles al texto pactado con el Consejo de Ministros, sometido a una fuerte presión por parte del Gobierno francés e indirectamente de EE. UU., origen de la mayor parte de descargas.
Sin embargo, la Eurocámara todavía no tiene la última palabra en este asunto. La negociación continúa y entra en una fase de conciliación entre instituciones. En la negociación participará el Parlamento que salga de las urnas de las elecciones europeas del 7 de junio, una cita que todo el mundo tenía ayer muy presente. "Este voto es una bella victoria que a cinco semanas de las elecciones devolverá la confianza a los ciudadanos que dudan en ir a las urnas", celebró el líder de los Verdes Daniel Cohn-Bendit, Dani el Rojo en el mayo del 68 francés y gustoso comensal de las cenas del Elíseo en tiempos de Sarkozy.
7-V-08, B. Navarro, lavanguardia
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