(ver también Birmania, libertad para Aung San Suu Kyi)
Treinta años de lucha
En 1988 Suu Kyi deja Gran Bretaña. Reúne a medio millón de personas en Rangún en un mitin a favor de la democracia. Condena la dictadura.
Suu Kyi gana por amplio margen las legislativas de 1989. Los militares anulan el resultado y la mantienen en arresto domiciliario hasta 1995.
Suu Kyi gana el premio Nobel de la Paz en 1991 por defender la democracia y la no violencia.Esta filosofía guió en el 2007 la protesta prodemocracia de los monjes budistas, duramente reprimida.
Desde 1989, Suu Kyi ha pasado trece años encerrada en casa o en la cárcel. La libertad, a cambio de abandonar el país, no la quiere. Esto significa que no ve a sus dos hijos desde hace 20 años.
La salud de Suu Kyi, de 63 años, empeora. Esta última acusación de la junta militar tiene por objetivo impedir que se presente a las elecciones previstas para el año próximo.
La historia se repite. La Dama de la Democracia, como llaman los birmanos a Suu Kyi, ya vivió una experiencia parecida el 30 de mayo del 2003. Ese día apareció en público y miles de personas se acercaron a escucharla. Una turba asaltó la caravana de coches en la que viajaba y dio muerte a 70 personas. Suu Kyi fue declarada culpable de alterar el orden público y condenada a arresto domiciliario durante cinco años. A los atacantes ni siquiera se les detuvo.
Aung San Suu Kyi, la popular líder opositora de Birmania y premio Nobel de la Paz en 1991, volvió ayer a ingresar en la cárcel. La junta militar que gobierna el país con mano de hierro la acusa de haber infringido los términos del arresto domiciliario en que se hallaba desde el año 2003 (en la práctica está privada de libertad desde 1989, salvo periodos intermedios). El motivo es que un estadounidense se introdujo la semana pasada en la casa donde se encontraba confinada en Rangún.
Las autoridades militares acusan a Suu Kyi y a sus dos asistentes de de infringir la ley que "protege al Estado contra la amenaza de los elementos subversivos", según anunció el abogado Hla Myo Win. Se trata de una legislación que permite al régimen militar mantener cautiva a la líder de la Liga Nacional por la Democracia (LND) desde el año 2003.
Ahora, igual que hace seis años, los militares se han sacado de la manga una acusación para volver a juzgar a esta mujer de 63 años y salud frágil pocos días antes de que expirara la orden de confinamiento, el 27 de mayo. El nuevo proceso contra Aung San Suu Kyi empezará el lunes y puede ser condenada a entre tres y cinco años. Una sentencia que la alejaría de poder participar en las elecciones del 2010.
Ayer, nada más conocerse la noticia, se alzaron voces en todo el mundo protestando por el traslado de la premio Nobel de la Paz y sus dos asistentes a la cárcel de máxima seguridad de Insein. "Es un pretexto más para mantenerla detenida", han considerado fuentes diplomáticas. Parecidos términos utilizó un portavoz del partido de Suu Kyi, la Liga Nacional por la Democracia, que denunció que su dirigente "no ha cometido delito alguno".
En esta ocasión, el cargo de violación de arresto domiciliario de que se acusa a esta mujer que se ha visto privada de libertad durante más de 13 de los últimos 19 años riza el rizo. La inculpación está relacionada con el misterioso caso de un ciudadano estadounidense que la pasada semana entró en la casa de la líder de la LND tras burlar las medidas de seguridad y a los agentes que vigilan el perímetro de la vivienda durante 24 horas.
El enigmático personaje se llama John William Yethaw, tiene 53 años y fue detenido en el lago Inya, cuando regresaba a nado de la casa de Suu Kyi. En el momento de la detención se le incautó un foco, unas tenazas, una máquina fotográfica y varios dólares y billetes birmanos. Nadie sabe de dónde ha salido y ningún familiar u organización ha reclamado su puesta en libertad.
Según los militares, este estadounidense confesó haber pasado tres noches en la casa de Suu Kyi, situada junto al citado lago. Fuentes próximas a la líder opositora birmana confirmaron, asimismo, que la Nobel de la Paz había admitido que hubo un intruso en su casa y que le pidió que se fuera. El principal abogado de Aung San Suu Kyi, Kyi Win, considera que John William Yethaw es el responsable de esta situación. La semana pasada, cuando trascendió que este estadounidense había sido detenido en el lago Inya, Kyi Win ya lo había definido como un aventurero que había actuado por su cuenta y dijo de él que "es un imbécil".
Responsables birmanos, que prefieren permanecer en el anonimato, afirmaron a la agencia France Presse que John William Yethaw ya había estado en otra ocasión. Al parecer, el estadounidense ya había conseguido infiltrase en la casa de Suu Kyi entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre del 2008.
Este extraño episodio, sin embargo, llega en un momento muy oportuno para la junta militar, que pretende controlar las elecciones que ha convocado para el 2010. Unos comicios muy sui géneris, ya que una cuarta parte de los escaños parlamentarios y los puestos clave del gobierno están reservados para los militares.
La realidad, sin embargo, es que Aung San Suu Kyi tampoco hubiera podido presentarse a estas elecciones. La nueva Constitución birmana impide que súbditas casadas con extranjeros puedan acceder a cargos políticos en el país. Este es el caso de Suu Kyi, que contrajo matrimonio con el ciudadano británico Michael Aris, el cual murió en 1999 víctima de un cáncer.
No obstante, los uniformados temen la popularidad de esta mujer de 63 años, que constituye todo un símbolo para la oposición democrática. "Tiene una clara motivación política el hecho de que continúe detenida", indicó el portavoz de la LND, la única formación política de oposición que resiste a la intensa presión del régimen militar.
"Nos tememos que lo que quieren es encarcelarla en Insein, porque es la única forma de borrar su imagen pública", apuntaron las mismas fuentes. Hace años que desconectaron su línea de teléfono, le prohibieron las visitas y sólo ocasionalmente le permiten recibir a su médico y al representante de la ONU, "pero la gente sabe que vive allí, junto al lago Inya, y que es el símbolo de la democracia en Birmania", dijo el portavoz de la LND.
15-V-09, I. Ambrós, lavanguardia
La opositora de la Liga Nacional para la Democracia y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, insistió ayer en su inocencia ante la supuesta violación de arresto domiciliario - infringida al acoger a un ciudadano norteamericano-,por la que se encuentra recluida en prisión. Suu Kyi aseguró que el intruso no fue invitado y que trató de echarlo, así que confía en ser absuelta, según informó ayer su abogado. La secretaria de Estado de EE. UU., Hillary Clinton, y el secretario general de la ONU, Ban Ki Mun, expresaron su preocupación por la situación de Suu Kyi.
16-V-09, agcs, lavanguardia
Maran Turner, directora de Freedom Now y abogada norteamericana especializada en la defensa de presos de conciencia, expone las razones que la llevaron a entregarse a la causa de Aung San Suu Kyi, histórica líder opositora de Myanmar (conocida como Birmania). Premio Nobel de la Paz y presidenta de la Liga Nacional por la Democracia (LND), Suu Kyi lleva desde el 2003, sin juicio previo, sometida a un arresto domiciliario, tras haber pasado 13 de los últimos 19 años acallada por enfrentarse a la dictadura de la Junta Militar.
--Es usted directora de Freedom Now, entidad encargada de la defensa de Suu Kyi, cuya salud es preocupante. ¿Qué noticias tiene?
--En cinco días apenas ha ingerido alimentos. La están tratando con sueros intravenosos. Su doctor es una de las pocas personas que ha podido visitarla en estos años.
--Pero la LND ha denunciado que el médico personal de Suu Kyi fue detenido por la policía cuando llegaba a la vivienda para atenderla.
--No le han dejado verla, y el Gobierno no ha dado ninguna explicación.
--¿El mundo se muestra ajeno ante lo que está pasando en Birmania?
--Es uno de los casos más trágicos del mundo por la situación política, por las trágicas consecuencias del desastre causado por el ciclón Nargis y porque la subsistencia de demasiadas familias depende de las oenegés. Pero hay muchas instituciones que luchan por la libertad de Birmania.
--La junta militar cierra a menudo las puertas a la ayuda internacional.
--Luchamos para que Birmania no caiga en el olvido, para que su nombre se mantenga activo en las agendas de las Naciones Unidas.
--¿De qué manera?
--No dejándonos engañar por gestos puramente simbólicos que, de vez en cuando, hace el Gobierno. Aunque hace poco liberaron a algunos, las cárceles siguen llenas de presos políticos. Se deben denunciar las violaciones a mujeres y no se puede cerrar los ojos ante la explotación infantil, como la prostitución y el reclutamiento de niños soldados. La tragedia del Nargis ha agravado la situación: aún se respetan menos los derechos humanos.
--¿Conoce a Suu Kyi?
--No, pero sí a su familia. Dedico mi vida a ella porque es una heroína de los derechos humanos. Soy abogada y las leyes son fundamentales en esta lucha por la libertad de expresión. Su detención no solo va en contra de la dignidad internacional, sino contra la propia ley de Birmania. Nadie puede estar recluso más de cinco años sin juicio. En mayo del 2008 la tenían que haber liberado. La clave en este proceso es la coordinación internacional y la presión continua.
12-V-09, C. Savall, elperiodico
Suu Kyi, de 64 años y confinada en su residencia de la avenida
Universidad de Rangún, sufre de deshidratación, tiene
dificultades para ingerir alimentos y su tensión es alta, señaló la LND.
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Estados Unidos instó hoy al régimen birmano a que permita a la líder de la oposición y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi recibir inmediatamente tratamiento médico de su doctor Tin Myo Won, quien se encuentra detenido, y acceder a su abogado.
El nuevo portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, expresó hoy en su rueda de prensa diaria la "preocupación" del Gobierno de EE.UU. por las informaciones que aseguran que Suu Kyi necesita tratamiento médico y que su médico personal ha sido detenido.
"Urgimos al régimen birmano que permita a Aung San Suu Kyi recibir de inmediato tratamiento médico de Tin Myo Win. Hacemos además un llamamiento a la junta para que autorice a Suu Kyi a reunirse inmediatamente con su abogado personal", señaló Kelly.
La Liga Nacional por la Democracia (LND) alertó el sábado de la "preocupante" salud de su líder y denunció la detención del médico que atiende con regularidad a la Nobel de la Paz, sometida a arresto domiciliario desde hace casi seis años.
Suu Kyi, de 64 años y confinada en su residencia de la avenida Universidad de Rangún, sufre de deshidratación, tiene dificultades para ingerir alimentos y su tensión es alta, señaló la LND.
La Premio Nobel es tratada en su domicilio con sueros intravenosos por el practicante Pyone Moe, ayudante del médico que cuida de la salud de la líder del movimiento democrático.
El doctor Tin Myo Win, médico personal de Suu Kyi, fue detenido por la Policía pocos minutos después de que llegara a la vivienda para atenderla.
El portavoz del Departamento de Estado aprovechó la ocasión para reiterar que el arresto domiciliario de la Nobel de la Paz es "injusto" y para unirse a los llamamientos de la comunidad internacional en los que piden su inmediata liberación junto con los más de 2.100 presos políticos detenidos.
Suu Kyi ha pasado cautiva 13 de los últimos 19 años.
12-V-09, efe, mokanews