El miedo a una reacción de China está evitando que Alemania acoja una decena de presos chinos de etnia uigur de Guantánamo. Lo que hace unas semanas se daba como seguro, se está analizando ahora con lupa en Berlín. El Ministro de Exteriores alemán teme que el asunto ocasione una nueva crisis parecida a la que el año pasado provocó la audiencia que Angela Merkel concedió al Dalái Lama.
20-V-09, R. Poch, lavanguardia