retroceso en Derechos Civiles de homosexuales en California

La expansión de los derechos civiles para los homosexuales sufrió ayer un revés en California. Con seis votos a favor y uno en contra, el Tribunal Supremo de este estado -el más poblado del país y uno de los más progresistas- declaró constitucional la prohibición, decidida en el 2008 en referéndum, de los matrimonios de gais y lesbianas, que, por tanto, seguirán siendo ilegales.

Al mismo tiempo, el Supremo reconoció por unanimidad los 18.000 enlaces ya contraídos, cuando el matrimonio entre personas del mismo sexo era legal.

En mayo del año pasado, el mismo tribunal dictaminó que "el derecho a formar una familia" era "un derecho constitucional fundamental" que no podía ser denegado a ningún ciudadano. California vivió entonces una fiebre matrimonial que se cortó en seco medio año después, en noviembre, cuando un referéndum impulsado por grupos conservadores y religiosos enmendó la Constitución del estado para prohibir las bodas homosexuales.

El debate jurídico y político en California -cuna del movimiento gay en Estados Unidos- abrió las puertas al reconocimiento del matrimonio homosexual en otros estado del país.

A Massachusetts y, durante unos meses, California, se han sumado recientemente Connecticut, Vermont, Maine -estados de la progresista costa Este- y, lo que es más llamativo, un estado rural del Medio Oeste como Iowa. Próximamente podrían hacerlo Nueva York, Nueva Jersey y Nuevo Hampshire.

Los activistas por los derechos de los homosexuales ven en esta sucesión de decisiones una ola que puede terminar extendiéndose por todo Estados Unidos, donde no existe ninguna ley federal que reconozca el matrimonio de gais y lesbianas.

La decisión de California frena esta expansión. Los defensores de las bodas homosexuales se plantean ahora cómo proseguir la batalla. Una posibilidad es convocar otro referéndum en el 2010 y revocar la enmienda que, con el 52% de votos a favor y el 48% en contra, ilegalizó la medida en noviembre.

Que el mismo tribunal que hace un año declaró que los matrimonios homosexuales eran constitucionales confirme ahora su inconstitucionalidad no es contradictorio. El referéndum modificó la Constitución. Y lo que el Supremo decidía ayer no era si las bodas eran o no ilegales, sino si un cambio constitucional tan sustancial podía aprobarse con un referéndum o era necesaria la intervención del Parlamento.

27-V-09, M. Bassets, lavanguardia