La petrolera anglo-holandesa Shell acordó el lunes desembolsar 11 millones de euros en indemnizaciones a los familiares de varios manifestantes asesinados en los años noventa, aunque negó cualquier conexión con los hechos denunciados y aclaró hacer la donación con "fines humanitarios". Shell acumula varios juicios por violación de los derechos humanos a raíz de las supuestas conexiones con la junta militar que en 1995 ahorcó al activista Ken Saro-Wiwa y a ocho compañeros por protestar pacíficamente contra la planta petrolera de Ogonilandia.
10-VI-09, agcs, lavanguardia