Reporteros sin Fronteras (RSF) condenó la persecución a que está siendo sometida la libertad de prensa y los periodistas en Irán. La presidenta de la Sección española de RSF, María Dolores Masana, tachó de inaceptables tales agresiones y condenó especialmente el trato a que se ha visto sometido el equipo de Televisión Española. "Es inaceptable que en un país que presume de métodos democráticos, los periodistas no puedan sacar fotos, ni grabar las manifestaciones del movimiento social más importante que se produce en Irán tras la caída del sha", señaló. RSF pudo confirmar el arresto de cuatro periodistas iraníes. De otros diez no se sabe nada. Las autoridades iraníes pidieron a algunos periodistas extranjeros que abandonaran el país. La corresponsalía de la cadena Al Arabiya recibió una orden verbal de cerrar durante una semana. La BBC ha sufrido alteraciones en sus servicios electrónicos e interrupciones de sus emisiones. El servicio de televisión de Associated Press fue advertido de no suministrar contenidos a las emisiones en farsi de la BBC y de la Voz de América. A los periodistas de un canal sueco y otro alemán se les impidió de forma abusiva trabajar, mientras que el intérprete de un equipo de la RAI fue golpeado por la policía, que confiscó la cintas de vídeo de su cámara.
Vale la pena correr el riesgo, vamos hacia allí. Nopodré actualizar hasta que regrese. Gracias otra vez por vuestro apoyo y deseadnos suerte”. Era el mensaje de Change for Irán (Cambio por Irán), el alias de un o una estudiante iraní –el inglés no deja precisar el sexo– en el portal de microblogging Twitter. Eran las doce del mediodía, y se disponía a ir a lamultitudinaria manifestación a favor de Musavi.
Como tantos regímenes opresivos, el Gobierno iraní sabe que la tecnología, y especialmente internet, es un instrumento peligroso en manos de los millones de jóvenes que estos días han tomado las calles del país. Por ello, el régimen ha tratado de bloquear la telefonía móvil, la televisión por satélite o el acceso a páginas web, blogs y redes de comunicación social en internet. Desde el sábado, YouTube, Facebook o Twitter han estado intermitentemente bloqueadas, así como el envío de mensajes SMS. Todo en vano: los jóvenes iraníes, muy acostumbrados a su pesar a sortear la censura, han logrado hacer oír su voz y explicar al resto del mundo con sus propias palabras y fotografías la guerra que están librando.
El ya referido portal de microblogging Twitter era ayer un hervidero. Jevi, desde Teherán, escribía: "Estoy escuchando ´Dios es el más grande´ y ´Abajo el dictador´ desde todos los tejados". Su compañero Babak Mehrabani explicaba que estaba twitteando con la mano izquierda: tenía la derecha dolorida tras haber sido apaleado por la policía.
También en Facebook se multiplicaban los grupos en favor de los manifestantes (Free Iran, I love Iran, Where is my vote?), muchos usuarios colgaron vídeos de las protestas en las calles e incluso se puso en marcha una campaña para que los usuarios pintaran de verde su página principal, en apoyo al reformismo iraní.
Tanto desde Twitter como desde Facebook muchos internautas iraníes recomendaban enlaces con páginas web donde se habían colgado fotos de denuncia de la brutal represión del régimen. Muchas fotos de manifestantes golpeados, amoratados, incluso sangrando. Varias páginas web mostraban con fotos los resultados del asalto de los basijis (milicias islámicas de voluntarios) en residencias universitarias y asociaciones reformistas. Cristales de ventanas rotos, puertas reventadas y echadas abajo, ordenadores volcados, oficinas saqueadas, papeles por el suelo... En estas mismas páginas web se denunciaba la muerte de varios estudiantes (entre tres y cuatro, según las fuentes) durante la noche del domingo a manos de los basij.
Al pasear por las calles iraníes. es habitual ver carteles escritos a mano con la palabra Proxy y las direcciones de páginas web donde descargarlos. Es el arma secreta de los jóvenes - el 70% de la población iraní tiene menos de 30 años-que usan los proxy para acceder a páginas web que el Gobierno considera indecentes o subversivas, sin ser identificados. Los proxy les permiten descargarse películas o series de televisión censuradas en Irán, acceder a los medios de comunicación extranjeros y del exilio iraní, o a redes sociales. Internet es reino y refugio de los jóvenes en Irán.
16-VI-09, red/G. Saura, lavanguardia