"¡Voy a votar por Esperanza Marchita! Los políticos ya no me volverán a tomar el pelo", comenta Juana Bátiz, empleda de comercio de la capital mexicana.
Esperanza Marchita, una candidata virtual, se ha convertido en símbolo de un desencanto común. Es ya uno de los ersonajes más mediáticos de la campaña para las elecciones legislativas del 5 de julio. Ante el hartazgo de la ciudadanía, varias asociaciones cívicas, con el apoyo de intelectuales de renombre, piden respaldar a esa figura inexistente para mostrar el hastío que provocan partidos y políticos. Uno de sus lemas es: "Para políticos nulos, votos nulos".
ve -¡y escucha!- a Denise Dresser explicar en youtube (6´09´´)
porqué votar a Esperanza Marchita
El debate surgió como resultado de la impotencia de millones de mexicanos frente al modo en que son gobernados. Algo grave está pasando cuando una mujer dulce como Dulce María Sauri, que ha sido gobernadora de Yucatán y presidenta nacional del PRI, apoya que se emita voto nulo en protesta ante tanta bajeza política.
"No cambiaremos el resultado, pero siendo el voto la única arma que tenemos, vamos a usarla para expresar nuestro rechazo a los políticos", dijo Alberto Serdán, coordinador de Propuesta Cívica, uno de los grupos que pide votar por Esperanza Marchita. El voto por Esperanza Marchita, que no será considerado válido, "es una llamada de atención a los partidos y al Instituto Electoral Federal (IFE) para que acepte candidaturas independientes y ciudadanas", señala Martín Faz, activo promotor del voto nulo.
Votar nulo o en blanco el 5 de julio, cuando se elegirán 1.128 cargos entre gobernadores, diputados locales y alcaldes, además de los 500 legisladores del Congreso nacional, fue una idea que surgió en blogs y redes sociales de internet como facebook, Hi5 y MySpace y a través de vídeos en YouTube. La iniciativa tuvo buena acogida al reflejar la insatisfacción social con partidos millonarios con dinero público. La intención pregonada es no abstenerse sino acudir a las urnas y expresar su malestar anulando el voto.
La anulación no pretende dinamitar el sistema de partidos, sino mejorar su funcionamiento. El movimiento no va contra la democracia, sino que forma parte de un proyecto más amplio de dignificación de la política. Para los impulsores puede ser un partegauas para regenerar la democracia y a un Congreso corrupto que vive ajeno al país.
Es tan fuerte la indignación de los mexicanos con sus políticos y gobernantes que el movimiento del voto nulo, que surgió apenas hace unas semanas, se expande con velocidad de vértigo. Según una encuesta del diario Reforma, en mayo, el 10% del electorado pensaba anular su sufragio; en junio ya subió al 15%. Y va en rápido aumento.
Uno de los analistas más reconocidos, Sergio Aguayo, académico del Colegio de México, señala que la degradación de los partidos no es pasajera. "Están fundidos con las redes de intereses corruptos que nos exprimen y maltratan. Se salvan personas, grupos e institutciones, pero son incapaces de modificar el quebranto ético y la mediocridad". Aguayo subraya que ya es hora de que las lluvias de verano "nos libren de tanta mugre acumulada por los partidos, que han secuestrado la democracia en beneficio de pequeñas burocracias". Según la analista Denise Dresser, "el sistema de partidos funciona muy bien para la clase política, pero muy mal para la ciudadanía".
Esperanza Marchita no tiene rostro pero sí una historia interesante. Es de Chihuahua, tierra de mujeres que se hacen fuertes en la lucha y el bandono. Se llama Esperaza porque nació hace 23 años, el día en que dos políticos honrados decidieron que la derecha y la izquierda se unirían para combatir el fraude electoral. En 1994, sus padres se afiliaron a Alianza Cívica, una asociación civil que peleó por la democracia. Celebró las derrotas del PRI y las victorias de la oposición. Creía en el futuro. Poco a poco, sin embargo, se le acabó la ilusión. Ahora, vive rodeada de coruupción e inseguridad. "Mis padres -cuenta la joven- me pidieron que fuera candidata de los que se sentían defraudados por los partidos. A quienes lean esta carta les pido que si los candidatos no los convencen, escriban mi nombre en la parte inferior de la boleta. A lo mejos así la clase política entiende su responsabilidad perdida. Recuerden, Marchita no quiere decir muerta, ¡Estoy bien viva!".
21-VI-09, J. Ibarz, lavanguardia