¿el narcoEstado afgano arrastrará al -islamistanuclear- Pakistán?

La fuerza del opio y la heroína es imparable. Representan la mitad de la economía afgana, un petróleo que riega los dos lados de la trinchera: las agencias internacionales calculan que, con el comercio de los narcóticos, los talibanes se embolsan cada año unos 300 millones de dólares...

 

"Las políticas occidentales contra el cultivo del opio han sido un fracaso", reconoció en julio Richard Holbrooke, el enviado especial de la Casa Blanca para Afganistán y Pakistán. En los esfuerzos para erradicar los cultivos "se han dilapidado cientos y cientos de millones de dólares sin que esto haya dañado a los talibanes; al contrario, ha arrojado a la gente a los brazos de los talibanes", explicó.

Por esta razón, Washington ha avanzado un cambio de estrategia: en lugar de erradicar cultivos, los esfuerzos se concentrarán en combatir los lazos entre los talibanes y los narcotraficantes. Pero nada dice Washington del narcotráfico en el Afganistán no talibán. Ese Afganistán que ha levantado toda una narcoarquitectura en el barrio de Shirpoor, en Kabul: chocantes villas coloreadas como templos de Nabucodonosor. Narcoarquitectura para un "narcoestado", como se le escapó hace unos meses a Hillary Clinton hablando de Afganistán ante el Senado.

14-VIII-09, P. García-Planas, lavanguardia

One theater of operations. (NY Times)