En la primavera de 2008, después de que muchos líderes politicos hubieran amenazado con boicotear los Juegos Olímpicos como protesta, Pequín aceptó reabrir una mesa de negociaciones con representantes del Dalai Lama, que cerró justo acabar los Juegos sin concesión alguna.
El Dalai Lama ha explicado que, ya que es difícil un coloquio con los líderes, ahora los tibetanos “buscan el trato con los intelectuales chinos” y han tenido encuentros “muy positivos”. “Alguna cosa está cambiando. Tengo fe en que los intelectuales y la población china vean le cuestión de manera más realística…. Soy muy optimista”, concluyó.
Hace un mes explotó también el descontento de los uigures en el Xinjiang, con choques en las calles y guerrilla urbana con un balance de más de 190 muertos y miles de heridos.
7-VIII-09, asianews.it