Parece que ha llegado el momento de que el mundo afronte de forma conjunta la exploración del espacio. Estados Unidos, Rusia y también China, la última en apuntarse a la carrera espacial, deberían unir más activamente sus esfuerzos para definir un programa común que hiciera posible acelerar y ampliar los planes que cada potencia afronta unilateralmente. Es lo que se ha definido como la globalización de la exploración espacial, más ambiciosa que la actual cooperación internacional, ya que implicaría una división del trabajo para acometer las diversas fases que comporta la conquista del universo. La propuesta, lanzada por Howard McCurdy, catedrático de la American University y especialista en política espacial, no debería quedarse en mera utopía. Acabada la guerra fría no tiene mucho sentido dilapidar tiempo y dinero en duplicar o triplicar el mismo trabajo en el logro de unos mismos objetivos planetarios.
La citada reflexión se produce a raíz de los serios problemas que atraviesa la primera potencia mundial para financiar y desarrollar los planes de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA), cuyo presupuesto se ha reducido drásticamente como consecuencia de la recesión que afecta al país. En los años sesenta, la era dorada de la carrera espacial, el presupuesto de la NASA representaba un 4,5% del presupuesto total de Estados Unidos y tenía 400.000 empleados. Ahora el presupuesto ronda el 1% del presupuesto y los trabajadores se han reducido a la mitad.
Con capital insuficiente y con la ausencia del necesario apoyo político, reflejo del creciente desinterés ciudadano por la materia, se hace muy difícil que Estados Unidos por sí sólo pueda cumplir los objetivos que se había fijado de establecer una base permanente en la luna y afrontar, luego, la llegada a Marte.
El declinar del entusiasmo político, científico y ciudadano de Estados Unidos por la carrera espacial coincide, en cambio, con el impulso que la misma registra en Rusia y en China. Esta última ha logrado avances científicos y tecnológicos muy rápidos gracias al apoyo que ha recibido de los rusos, que a su vez han relanzado la exploración espacial con nuevas inyecciones presupuestarias que han sido posibles por los beneficios que les ha reportado el negocio del petróleo.
31-VIII-09, lavanguardia