El espejismo ha durado cinco meses. El Tribunal de Apelación de París corrigió ayer a la juez decana del polo financiero, Françoise Desset, y rechazó la apertura de una investigación oficial sobre las condiciones de adquisición de los bienes que poseen en Francia tres líderes africanos y sus familias: los presidentes de Gabón, Omar Bongo -fallecido el pasado junio-; la República de Congo, Denis Sassou-Nguesso, y Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, el valor de cuyas posesiones ascendería a 160 millones de euros.
El Tribunal de Apelación ha hecho suyos los argumentos de la fiscalía, que recurrió la decisión de abrir una investigación por considerar que el demandante -la organización Transparency Internationalcarece de legitimidad legal para actuar en este caso. El tribunal argumenta, para justificar su decisión, que la asociación no ha sufrido directamente ningún perjuicio de la supuesta corrupción que denuncia.
Transparency International, que presentó en el 2008 una denuncia contra los tres líderes africanos por desvío de fondos públicos, reaccionó ayer con indignación. "Hoy es la hora del champán para la asociación de malhechores franco-africana que organiza y saca provecho del pillaje de los fondos públicos africanos", declaró el abogado William Bourdon. El alivio, en cambio, debía de ser el sentimiento dominante en el Gobierno francés, incómodo ante un asunto que no hacía más que emponzoñar las relaciones con esos países africanos.
Los tres jefes de Estado citados y sus familias poseen numerosas propiedades inmobiliarias, vehículos de lujo y cuentas bancarias en Francia, según un inventario hecho en el 2007 por la policía a raíz de unas primeras diligencias. La familia Bongo cuenta con 39 propiedades en París y la Costa Azul, 70 cuentas bancarias y al menos nueve automóviles. La familia de Sassou-Nguesso, por su parte, acumularía 24 propiedades, 112 cuentas bancarias y un vehículo. En cuanto a Obiang, se trata de una propiedad, una cuenta bancaria y ocho coches de lujo.
30-X-09, Ll. Uría, lavanguardia