Claude Lévi-Strauss, para respetar hay que (re)conocer

El libro más conocido de Claude Lévi-Strauss es Tristes trópicos, donde describe su encuentro en la selva amazónica con una tribu hasta entonces desconocida. El libro se publica en 1955, pero narra la estancia que hizo en el Mato Grosso entre 1935 y 1939 y en Francia se considera un clásico tanto por su valor literario y biográfico como por sus aportaciones antropológicas y etnológicas. Su primera obra fue su tesis doctoral sobre Las estructuras elementales de parentesco (1948). Pero su obra principal fueron los cuatro tomos de Mitológicas, que escribió entre 1964 y 1971.

Claude Lévi-Strauss abandonó el pasado fin de semana un mundo en el que ya no se reconocía, un mundo que le disgustaba. Apóstol de la diversidad del ser humano y de sus culturas, el mundo superpoblado e uniformizado de la globalización representaba para él una grave amenaza para toda esta riqueza que tanto había defendido. "Pienso en el mundo en el que estoy acabando mi existencia, no es un mundo que me guste", confesó en una de sus últimas entrevistas. El genial etnólogo francés, uno de los grandes intelectuales del siglo XX, se extinguió finalmente en su discreto domicilio de París en la noche del sábado al domingo. El próximo día 27 hubiera cumplido 101 años. Una cita que no habrá lamentado eludir: "A mi edad no se festejan los cumpleaños, cada año es un escalón en el descenso hacia la degradación física e intelectual", dijo en una ocasión.

La noticia de la muerte de Lévi-Strauss, confirmada ayer entre otras instituciones por la Academia Francesa, fue dada a conocer una vez celebrados los funerales por voluntad de la familia, que quiso de esta forma evitar la "mediatización" de las exequias. Estas se celebraron el lunes en Lignerolles en total intimidad. El propio Lévi-Strauss había evitado hace casi un año participar en el homenaje nacional que le brindó Francia con motivo de su centenario. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se desplazó entonces a su domicilio para cumplimentarle personalmente.

La mirada sobre el mundo y el hombre tiene un antes y un después de Claude Lévi-Strauss. Los trabajos del etnólogo francés revolucionaron las bases de la antropología y arrojaron una nueva luz sobre las llamadas civilizaciones primitivas. Los trabajos de Lévi-Strauss - en particular su obra maestra, Tristes tópicos (1955), convertida en un clásico-demostraron que las sociedades primitivas podían ser tan complejas como las desarrolladas, y que detrás de las diferencias entre unos pueblos y otros subyacían estructuras análogas. Crítico con la "arrogancia" occidental, Lévi-Strauss desmontó los prejuicios raciales sobre la superioridad de los llamados "pueblos civilizados" y en El pensamiento salvaje (1962) sostuvo que este está presente, en contra del tópico admitido hasta entonces, en todas las sociedades, en todos los seres humanos. "El pensamiento salvaje es una herencia de toda la humanidad que podemos encontrar en nosotros, pero que preferimos normalmente ir a buscar en sociedades exóticas", escribió.

Ecologista avant-la-lettre, Lévi-Strauss estudió al hombre indisolublemente asociado a la naturaleza e hizo de la defensa de la diversidad cultural y de la diversidad natural un mismo combate.

Nacido el 28 de noviembre de 1908 en Bruselas (Bélgica) en el seno de una familia judía de origen alsaciano -su padre, pintor, le transmitió el gusto por el arte-, Claude Lévi-Strauss pasó su adolescencia en París, donde cursó el bachillerato y luego estudió filosofía en la Sorbona. En 1935 obtuvo un puesto como profesor de sociología en la Universidad de São Paulo y, con 27 años, se trasladó a Brasil. Allí, en compañía de su primera mujer, Dina Dreyfus - Lévi-Strauss se casaría tres veces-,organizó y dirigió diversas expediciones etnográficas al Mato Grosso y al Amazonas, donde estudió las tribus de los indios Bororos, Caduveos y Nambikwaras. El etnólogo explicaría esta experiencia en Tristes tópicos,un libro escrito en forma de autobiografía intelectual.

En 1939, Lévi-Strauss regresaría fugazmente a París. El desencadenamiento de la Segunda Guerra Mundial, como a millones de personas, cambiaría de arriba abajo la vida del pensador francés y a la postre resultaría fundamental para su actividad intelectual. Exiliado en 1941 a Estados Unidos, adonde huyó de la persecución a los judíos, profesor en la New School of Social Research de Nueva York, allí conoció al lingüista Roman Jakobson, cuyo método estructuralista adoptó para estudiar a los grupos humanos.

Instalado definitivamente en París, Lévi-Strauss ingresó en 1959 en el Collège de France, donde ejercería como profesor hasta su jubilación en 1982. En 1973 se convirtió en el primer etnólogo en integrar la Academia Francesa, un reconocimiento de gran calado, aunque un tanto tardío. Celebrado en todo el mundo, acumuló numerosas distinciones, entre ellas el Premi Internacional Catalunya, otorgado en el 2005...

El profesor Philippe Descola, que sucedió a Claude Lévi-Strauss al frente del laboratorio de antropología del Collège de France, recordó que estamos ante la obra del antropólogo que ha ejercido más influencia en el siglo XX y destacó su dimensión moral "denunciando sin descanso el empobrecimiento conjunto de la diversidad de las culturas y las especies naturales".

4-XI-09, Ll. Uría, lavanguardia