La líder opositora birmana y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, se reunió este miércoles en Rangún con la delegación de alto nivel estadounidense encabezada por el subsecretario de Estado para Asia Oriental y Pacífico, Kurt Campbell, durante dos horas, según informa el portal birmano ´The Irrawaddy´.
El encuentro se produjo en un hotel de la antigua capital birmana al que se desplazó Suu Kyi abandonando por un día el arresto domiciliario del que es objeto y en el que ha pasado prácticamente catorce los últimos 20 años.
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Según indicaron fuentes de la Embajada estadounidense, el encuentro duró dos horas, sin que por el momento haya trascendido datos sobre el contenido de lo discutido entre la líder opositora y el representante estadounidense, el de más alto nivel en visitar Birmania desde que lo hiciera la entonces embajadora ante la ONU, Madeleine Albright, en 1995.
Previamente, la delegación estadounidense se había reunido con el primer ministro birmano, general Thein Sein, antes de viajar a Rangún. Desde la Embajada estadounidense se informó de que el encuentro entre Campbell y el responsable birmano transcurrió como estaba previsto.
La Administración de Barack Obama prometió en septiembre que trabajaría para reforzar los lazos con Birmania para promover un cambio político en el país asiático, gobernado por una dictadura militar desde 1962.
Pero a pesar del acercamiento, Washington dejó claro que no eliminará las sanciones que pesan sobre las autoridades que dirigen el país con el fin de presionar para que inicien el diálogo con las minorías étnicas y con Suu Kyi.
4-XI-09, ep, yahoo.com
La líder opositora birmana y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, apareció ayer por primera vez en un lugar público en Rangún desde el 2003. La junta militar que gobierna el país confirmaría así su predisposición a permitirle un cierto retorno a la escena pública. No está claro, sin embargo, si se trata de una estrategia de la dictadura birmana para sortear las sanciones o es el resultado de la presión de Estados Unidos.
Rangún vivió ayer un auténtico revuelo cuando se supo que Suu Kyi estaba frente al hotel Inya Lake. Efectivamente, la Dama,como la llaman sus seguidores, estaba allí, con un vestido tradicional de color rosa. Se había trasladado desde su casa, donde se encuentra bajo arresto domiciliario, para entrevistarse con el secretario de Estado adjunto norteamericano para Oriental y Pacífico, Campbell.
La Nobel de la Paz en 1991 no hizo declaración alguna. Se limitó a saludar a la gente que estaba allí y a posar para los fotógrafos, según indicaron varios testigos a los medios de comunicación.
Acto seguido, la líder de la opositora Liga Nacional por la Democracia (LND) se reunió con Campbell. Un encuentro que se puede catalogar como el más importante de los últimos quince años. Entre otras razones porque es el representante estadounidense de mayor rango que visita Birmania desde 1995, cuando aterrizó en Rangún Madeleine Albright, entonces embajadora de EE. UU. ante la ONU.
Pero el encuentro de Suu Kyi, de 64 años, y Campbell marca un punto de inflexión importante en la política birmana.
Confirma la predisposición de la dictadura militar, que gobierna el país desde 1962, a permitir a la líder opositora que vuelva a tener cierta presencia pública. Y ratifica la voluntad de los uniformados birmanos de dar un giro a su política exterior.
Unos gestos destinados a responder a la propuesta lanzada en septiembre por la secretaria de Estado de EE. UU. Entonces Hillary Clinton anunció su intención de entablar un diálogo con el régimen birmano para promover la democracia en el país asiático y levantar las sanciones. Con ello Washington quiere lograr la celebración de unas elecciones libres en el 2010. Una exigencia que la junta militar que dirige el general Than Shwe parece dispuesta a ignorar.
No obstante, EE. UU. valora el viaje de Campbell a Birmania. "Es el principio de un diálogo", dijo ayer el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly. Y es que en dos días, el diplomático estadounidense se reunió con Suu Kyi, con miembros de la junta militar y con representantes de la Asociación para el Desarrollo y la Solidaridad de la Unión, una milicia gubernamental.
Por otra parte, ayer se conoció la noticia de la muerte del ex ministro de Exteriores Win Aung, de 65 años, en la cárcel de Insein, cercana a Rangún, donde ingresó tras la última purga interna del régimen militar, según una radio de la disidencia.
5-XI-09, I. Ambrós, lavanguardia