Un oficial de policía de Novorosysk, a orillas del mar Negro, se ha convertido en una celebridad en Rusia después de colgar un vídeo casero en internet para denunciar la corrupción de la policía. El tema, tabú pero al mismo tiempo en boca de todo el mundo aquí, ha atraído miles de comentarios desde que el viernes pasado llegó a las páginas de YouTube, y ha abierto un debate que alcanza al poderoso primer ministro ruso, Vladimir Putin.
El mayor Alexei Dimovski, de la sección antidroga, denunció que sus altos mandos lo obligaban a inventarse crímenes para enchironar a cualquiera y cumplir con un cupo mensual. A sabiendas de que eran inocentes. Las largas horas de servicio y el sueldo miserable (14.000 rublos, o 325 euros al cambio actual) obligan a los policías a aceptar sobornos, dijo este martes en una rueda de prensa después de hacer casi 1.600 kilómetros hasta Moscú.
Dimovski grabó dos vídeos caseros en los que pedía a Putin que se mejoren las condiciones de los policías. "¡Vladimir Vladimirovich, investiguemos juntos la situación de las fuerzas de seguridad en toda Rusia! Yo no temo a mi propia muerte".
Los videoblogs, publicados inicialmente en su página web, han registrado en pocos días más de 700.000 visitas. Pero además han provocado una investigación desde el Ministerio del Interior y que, por primera vez, las autoridades y la clase política reconozcan a las claras la existencia de corrupción en la policía. El mayor Dimovski denunció largas jornadas de trabajo, motivo al que atribuye sus dos divorcios. Además, aseguró que sus superiores lo obligaron a detener a un inocente a cambio de su ascenso al rango de mayor, equivalente al de comandante.
"Su valiente aparición merece profundo respeto y apoyo. Esto no es nuevo. Lo importante es que lo ha hecho de forma abierta y pública", dijo el vicepresidente de la comisión de Seguridad de la Duma, Guenadi Gudkov.
Estas denuncias han tenido una gran atención social. Sobornar a los policías de tráfico pagándoles las multas en mano o a funcionarios de bajo rango forma parte de la vida diaria en Rusia. Durante el fin de semana a la emisora de radio Eco de Moscú llamaron policías que, de forma anónima, corroboraron las denuncias de Dimovski. Pero él no quiere detenerse aquí. Está dispuesto a ver a Putin y presentarle sus pruebas de corrupción. Desde hace un año ha grabado vídeos y conversaciones con sus superiores.
Tras los escandalosos vídeos que lo han hecho famoso, ahora tendrá que aguantar presiones de todo tipo. Según el mayor Dimovski, desde que el vídeo se hizo público le están siguiendo. Y el domingo pasado fue despedido por difamar a la policía.
Aprovechando que el martes se celebraba en Rusia el día de la Policía, decidió viajar a Moscú. Pero tuvo que pasar toda una odisea. "El lunes, en Krasnodar cambié varias veces de coche y desconecté el teléfono: sabía que ya estaba intervenido. En Rostov dos coches nos bloquearon". Dimovski, acompañado por dos amigos, no se detuvo. Cogió el teléfono y comenzó a llamar a la prensa.
De Rostov quería volar a Moscú, pero en el aeropuerto se dio cuenta de que su tarjeta había sido bloqueada por falta de fondos. Hubo que cambiar el plan. Con 3.000 rublos que llevaban él y sus amigos, suficiente para la gasolina, llegaron a la capital. "He conseguido la atención social", explicó el mayor de Novorosysk. "Ahora lo más importante es cambiar el comportamiento de los que mandan" en la policía.
12-XI-09, G. Aragonés, lavanguardia
Esta semana los ciudadanos rusos han asistido a un espectáculo sin precedentes. Un policía de la ciudad de Novorosysk colgó dos vídeos en You Tube denunciando la corrupción de sus jefes y pidiendo ayuda a Putin para acabar con ella. Según el mayor Alexei Dimovsky, los responsables de la policía de su ciudad ordenaban detener a inocentes a sabiendas con tal de alcanzar un cupo mensual o de hacer daño a un enemigo...
Diversas ONG se están organizando para celebrar una jornada de apoyo a Dimovsky, despedido el pasado domingo, anunció ayer el Comité de los Derechos Humanos de Novorosysk.
13-XI-09, G. Aragonés, lavanguardia