Nay Phone Latt
No es fácil que lean este nombre en otro sitio: es un poeta y bloguero birmano, de 28 años, dueño de dos cibercafés en Rangún. Lleva un año en prisión, y le quedan 19, por dar voz a la juventud y criticar a la Junta Militar en internet, delito que ha llevado a la cárcel también a su abogado. Los periodistas occidentales usamos su blog como fuente de información durante la revolución del azafrán.
Dawitt Isaak
Tampoco les resultará familiar. Es un periodista de Eritrea, que lleva desde el 2001 en prisión sin saber de qué se le acusa, aunque el ministro de Información ha dado pistas: es una amenaza para la seguridad del país. Se exilió en Suecia en 1992 y allí nacieron sus hijos, aunque volvió a su país para fundar un semanario independiente: le ha costado la libertad, y posiblemente la salud.
Ricardo González
Cuba sí juzgó a Ricardo González, y le condenó en el 2003 a 20 años de prisión por estar a sueldo de EE. UU. y ser un peligro para el país. Era corresponsal de Reporteros Sin Fronteras, que cada año nos pide que apadrinemos a algunos de estos periodistas para que el silencio no se añada a sus absurdas condenas. Como Aminatu, Ricardo González acaba de iniciar una huelga de hambre. Como él, Isaak y Latt, hay otros 170 periodistas encarcelados en todo el mundo.
11-XII-09, M. Domínguez, lavanguardia