Gareth Thomas, una de las grandes leyendas del rugby en las islas británicas de la última década, ha roto uno de los grandes tabúes de este deporte, y del deporte de élite en general, confesando públicamente su homosexualidad.
Thomas, el primer jugador que llegó a los 100 partidos internacionales en partido oficial con el País de Gales, reveló públicamente su orientación sexual después de hablarlo con amigos y compañeros, quienes le ofrecieron todo su apoyo. "He pasado por todas las emociones posibles con esto, lágrimas, ira y una considerable desesperación. Estoy preocupado por la reacción de la gente y por el efecto que puede tener en mi familia", dijo el jugador de los Cardiff Blues, de 35 años. "Ha sido realmente difícil para mí, escondiéndome de quien realmente soy, y no quiero que sea así para el próximo joven que quiera jugar al rugby o para cualquier otro chico asustado", dijo.
Recientemente divorciado, el internacional galés admitió que fue infiel a su esposa y que visitaba locales de ambiente gay cuando viajaba a Londres para disputar partidos con su equipo. "Engañar a Jemma me hacía sentir fatal y culpable", manifestó Thomas, que aseguró que llegó a pensar en el suicidio.
El jugador explicó que sabía de su homosexualidad desde los 16 años, pero que no se atrevió a admitirlo, ni personal ni públicamente, por la "cultura de machos" que rodea al rugby. "El rugby era mi vida y no estaba preparado para arriesgarme a perderlo. No quiero ser conocido como el jugador gay de rugby. Soy un jugador de rugby y resulta que soy gay", añadió Thomas en una entrevista concedida al diario Daily Mail.
Según explicó, se inventaba líos de faldas para encajar con sus compañeros y amigos.
20-XII-09, efe, lavanguardia