Barack Obama aprovechó el estado de la Unión para exigir al Congreso que anule la ley que niega a los gais y lebianas declarados servir en las fuerzas armadas. La ley del llamado "don´t ask, don´t tell" (no preguntes, no digas) tolera a los homosexuales en las fuerzas armadas mientras su orientación sexual no sea pública. El presidente demócrata Bill Clinton intentó al inicio de su mandato acabar con la discriminación, pero la reacción hostil le llevó a dar marcha atrás. Ahora la iniciativa de Obama apenas ha suscitado polémica, aunque no es descartable que encuentre oposición en el Congreso. Durante la campaña electoral, Obama prometió acabar con el "don´t ask, don´t tell". La comunidad homosexual, que le apoyó en las elecciones, se impacientaba por la tardanza en cumplir esta promesa.
29-I-10, M. Bassets, lavanguardia