El Parlamento luso aprobó ayer el matrimonio homosexual, aunque sin derecho de adopción. La ley, impulsada por el primer ministro, el socialista José Sócrates, fue apoyada por los comunistas y el Bloco de Esquerda, y rechazada por los partidos de derecha, que sin embargo permitieron ayer a los socialistas sacar adelante el presupuesto del 2010. La ley, a la que se opone la Iglesia, podría acabar en el Constitucional.
12-II-10, A. Lugilde, lavanguardia