Nicole Minetti debió de hacerle un primoroso trabajo bucal a Silvio Berlusconi. No importa que la joven higienista dental fuera una novata recién diplomada. Il Cavaliere,en el lecho del dolor tras la agresión sufrida en Milán, estaba sensible y necesitado de ternura. Y a Minetti le correspondió tratar al primer ministro, en el hospital San Raffaele, para reparar el estropicio causado por aquel desequilibrado, Massimo Tartaglia, que en diciembre pasado le lanzó al rostro una punzante miniatura del Duomo milanés.
Nicole Minetti
Berlusconi, a buen seguro, no sólo se fijó en las habilidades profesionales de su cuidadora. Pensó que la chica podía tener un futuro prometedor más allá de las asépticas salas de los dentistas, de los tratamientos fluorizantes, la preparación de empastes y el raspado de dientes con sarro.
Las crónicas periodísticas no explican, sin embargo, por qué una mujer como Minetti acabó en el San Raffaele y le asignaron al ilustre paciente. Quizá estaba de prácticas. La vida es una historia de casualidades, de insólitas conexiones. Pero sí sorprende el pasado de Minetti. Tiempo atrás participó como bailarina con poca ropa en varios programas de televisión como Colorado Café y Scorie,el primero de ellos en antena en uno de los canales privados fundados por Il Cavaliere.
A Berlusconi, incorregible a sus 73 años. se le ocurrió que Minetti sería una incorporación perfecta a las listas de su partido, el Pueblo de la Libertad (PdL), en Lombardía en la elecciones regionales del mes que viene. No es la primera vez que recurre a chicas de físico impactante - y nula experiencia política-como candidatas. Está convencido de que, para muchos de sus compatriotas varones, y más en esta era de la imagen, ciertos atributos son más seductores que largos discursos programáticos. No le importa la imagen frívola y poco seria que pueda ofrecer del país. En el actual gobierno hay varias ministras que fueron ganadoras de concursos de belleza.
Berlusconi, pese a llevar ya 16 años en la brecha, aún no se considera un político profesional de los de antes. Su talante y su espíritu quieren ser los de un empresario, de un emprendedor que saltó a la política en 1994 precisamente para corregir los viejos vicios. Desde su punto de vista, introducir a personas sin experiencia no es un error sino todo lo contrario, aporta oxígeno, vitalidad y frescura democrática a un sector que lo necesita. Además de Minetti, se incorpora a la candidatura lombarda a Giorgio Puricelli, fisioterapeuta del club de fútbol de su propiedad, AC Milan.
La inclusión de la llamativa higienista bucal en Lombardía puede resultar insultante, por comparación, con las candidaturas femeninas que presenta el PdL a las presidencias de cuatro regiones (Lacio, Toscana, Umbría y Emilia-Romana). En todos los casos se trata de mujeres más maduras y con más experiencia. La batalla más apasionante es en el Lacio, la región que incluye a Roma, en la que se enfrentan Renata Polverini, una sindicalista de derechas, y la radical Emma Bonino, ex comisaria europea.
El problema surge cuando Berlusconi busca candidatas con unos criterios sospechosos. La propia esposa del primer ministro, Veronica Lario, de la que se está divorciando, aludió de forma muy crítica a las candidaturas de féminas vistosas poco antes de que estallara la crisis de la separación, el año pasado. Se dio la circunstancia de que incluso Patrizia D´Addario, la prostituta de lujo que se acostó con Berlusconi en una de sus frecuentes fiestas romanas, fue preseleccionada como candidata a las elecciones europeas del año pasado.
20-II-10, E. Val, lavanguardia