Termina hoy en Ginebra tras tres días de sesiones, el IV Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, organizado por la asociación "Ensemble contre la Peine de Mort" con el patrocinio de la Confederación Suiza y en asociación con la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte.
El evento, en el que participaron unos 1.700 abolicionistas procedentes de más de 100 países, se inauguró el jueves 24 en el Palacio de las Naciones Unidas con una sesión plenaria que escuchó las palabras, entre otros, de José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno español, y de Robert Badinter, ministro de Justicia en Francia durante la primera presidencia de Mitterrand y promotor de la abolición de la pena de muerte en 1981.
Zapatero anunció la creación de una comisión internacional para llegar a una moratoria universal. La comisión "estará operativa en el segundo semestre de 2010", declaró Zapatero, cuyo país ostenta la presidencia de turno de la Unión Europea durante el primer semestre. El organismo "reunirá personalidades de alto perfil moral y de prestigio internacional de todas las regiones del mundo" y se apoyará en un grupo de representantes de gobiernos comprometidos en la abolición de la pena capital en el mundo, siguió explicando Zapatero. "Estoy seguro de que la labor de la Comisión será de gran ayuda para conseguir que se dé aplicación a una moratoria universal en 2015, como etapa intermedia previa a la abolición total" (de la pena de muerte), precisó.
La tercera edición del Congreso Mundial se celebró en París en 2007, año en que los esfuerzos de las organizaciones abolicionistas condujeron por fin a la Resolución de la Asamblea General pro moratoria de ejecuciones, deseada intensamente en primer lugar por Que Nadie Toque a Caín/Hands Off Cain y por el Partido Radical Noviolento y apoyada por el gobierno italiano.
En el ámbito del congreso se ha reunido la mesa redonda sobre el tema de "Protección de los grupos vulnerables a la pena de muerte: menores y personas con discapacidad mental", que ha sido presidida por Antonio Stango como miembro del Consejo Directivo de ´Que Nadie toque a Caín´. Durante la mesa redonda tomaron la palabra James Welch, de Amnesty International, James Ellis, de la Universidad de New Mexico (estado que abolió la pena de muerte en 2009), Ameir Muhammed Suliman (coordinador del programa legal del Centro Africano por la Justicia y la Paz en Sudán) y Nazanin Ashin-Jam, de "Stop Child Executions" (Canadá). El discurso de esta última politóloga de origen iraní, ha planteado el hecho de que Irán es el país del mundo donde se producen más ejecuciones de menores en el momento de la comisión del acto; en muchos casos incluso ´delitos sin víctimas´, como comportamiento homosexual o sexo fuera del matrimonio. En irán hay 140 menores encerrados en los corredores de la muerte. El abogado Mohammad Mostafei, que habría debido traer a Ginebra su testimonio como defensor de menores condenados a muerte, fue retenido en el aeropuerto de Teherán por la dictadura iraní.
Antonio Stango recordó que el resto de los países donde se dan ejecuciones de menores son Arabia Saudí, Sudán, Yemen y -como surgió durante las sesiones de la mesa redonda- Nigeria, donde las ejecuciones de menores no tendrían cobertura en la legislación federal, pero suceden en algunos estados federados.
Para saber más: http://www.nessunotocchicaino.it/news/index.php?iddocumento=13301980&srcday=0&srcmonth=0&srcyear=0&mover=
27-II-10, handsoffcain newsletter