Las aguas estaban demasiado revueltas como para mantener la reunión ministerial de diálogo político que la Unión Europea y Cuba iban a celebrar el próximo martes en Madrid. La situación creada a raíz de la muerte del preso político Orlando Zapata tras 86 días de ayuno, con tres disidentes en huelga de hambre en este momento, llevó al Gobierno cubano y a la presidencia española a posponer de mutuo acuerdo la cita. El aplazamiento es sine die, pero ambas partes quieren situarla a finales de abril, aún en España; a la espera de que las aguas se hayan calmado para entonces.
La suspensión fue acordada hace tres días en una conversación entre el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, indicaron fuentes diplomáticas europeas.
Damas de Blanco
Moratinos habló como representante de la UE, en tanto que titular de la presidencia de turno, una vez que la alta representante para la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, había anunciado que no asistiría al encuentro por "cuestiones de agenda". Esa misma justificación es la que adujo la vicepresidenta María Teresa
Fernández de la Vega como "único" motivo de la suspensión cuando le preguntaron al respecto ayer en Nueva York. Son "exclusivamente razones de agenda; no hay ninguna otra", insistió.
Antes de que De la Vega hablara, las fuentes de la UE consultadas en La Habana indicaron no obstante, y sin rodeos, que fueron "las circunstancias del momento", es decir, el caso Zapata y sus secuelas actuales, las que condujeron a la decisión bilateral de postergar la cita en Madrid. La "tormenta política en España y el contexto mediático" en torno a las huelgas de hambre y las protestas de la Damas de Blanco para exigir la excarcelación de los presos políticos aconsejaban dejar la sesión de diálogo para otro día, concretó un alto funcionario.
Orlando Zapata Tamayo Guillermo Fariñas
Lo que menos apetecía a Bruno Rodríguez y a Moratinos era, y eso también lo dejaron claro las citadas fuentes, que la rueda de prensa ulterior a la reunión se convirtiera en un pimpampum sobre las protestas en la isla, el tratamiento de los derechos humanos por parte del Gobierno de Raúl Castro y las políticas de España y la UE hacia Cuba.
La presidencia española defiende a muerte la continuidad del diálogo político con Cuba. Pero cuando hace unas semanas el Parlamento Europeo condenó con inusitada energía las actitudes de La Habana respecto a los reclusos de conciencia, ya un portavoz español consideró improbable que la presidencia pueda conseguir que la Unión acepte sustituir su dura posición común hacia el régimen de Castro por un mecanismo estable y constructivo de conversaciones bilaterales.
La comisión ilegal pero tolerada que se encarga de certificar las protestas de la oposición interna y sus consecuencias confirmó el pasado martes que el preso político Darsi Ferrer y el disidente Franklin Pelegrino se habían sumado semanas atrás - con sendos ayunos indefinidos-a la huelga de hambre y sed que Guillermo Fariñas protagoniza desde el 24 de febrero: el día siguiente a la muerte de Zapata.
1-IV-10, F. garcía, lavanguardia