Hace ya casi 50 años que la Iglesia católica, en sus más altas esferas, supo del grave problema de la pederastia entre los curas estadounidenses. Se ha descubierto una carta del reverendo Gerard M.C. Fitzgerald al papa Pablo VI en 1963. La misiva fue escrita a instancias del Pontífice tras una visita al Vaticano de Fitzgerald, Este, que se dedicaba a atender a curas pederastas, recomendó la expulsión de algunos de ellos por casos muy graves.
Juan Pablo II y Marcial Maciel,
fundador dels Legionarios de Cristo
La celebración de la Pascua fue
aprovechada por los responsables
de la Iglesia católica en AlemaniayAustria
para entonar un
mea culpa público, intenso y
emotivo por el escándalo de los
curas pederastas.
En Alemania, patria del papa
Benedicto XVI, el presidente de
la conferencia episcopal, el arzobispo
Robert Zollitch, dijo que
el Viernes Santo debería significar
el “nuevo comienzo” que la
Iglesia necesita “con urgencia”
para superar las “injusticias” cometidas.
Zollitsch prometió que
la Iglesia “se centrará más en la
ayuda a las víctimas que en preocuparse
tanto por su propia reputación”.
El cardenal Karl Lehmann,
de Magunzia, afirmó que
los abusos sexuales han sido
una “traición al Evangelio”.
La Iglesia católica austriaca
hizo el miércoles un gran acto
públicode contrición, sin precedentes,
incorporando en una ceremonia
el testimonio de cinco
víctimas de los abusos. La ceremonia
se desarrolló en la catedral
de San Esteban de Viena,
ante unas tres mil personas.
El arzobispo de Viena y presidente
de la conferencia episcopal
austriaca, el cardenal
Christoph Schönborn, utilizó la
primera persona (“algunos de
nosotros”) para enumerar el catálogo
de pecados cometidos
por los clérigos. La iniciativa fue
coorganizada con el grupo católico
reformista Wir sind Kirche
(Somos Iglesia).
Benedicto XVI, por el contrario,
evitó hablar sobre la pederastia
durante la misa crismal
del Jueves Santo, a pesar de tratarse
de una celebración de alto
simbolismo para los sacerdotes.
El Papa, en cambio, lanzó una
andanada contra el aborto e instó
a los ciudadanos a rebelarse
contra las leyes que permiten
practicarlo. El Pontífice insertó
el tema del aborto tras su detallada
explicación sobre los cuatro
elementos que se usan en los sacramentos:
agua, pan de trigo, vino
y aceite de oliva. Se extendió
en los santos óleos y el significado
que tienen –fuerza, dignidad,
responsabilidad– para los cristianos
y para los sacerdotes en
particular. Entonces recordó
que los cristianos se distinguen
por no usar la violenciay por ser
buenos ciudadanos que respetan
las leyes, pero su deber es rechazar
lo que suponga una injusticia.
Citó a los mártires que dijeron
no al culto idolátrico y a la
adoración del emperador. “También
hoy es importante que los
cristianos cumplan el derecho,
que es el fundamento de la paz
–agregó Benedicto XVI–. También
hoy es importante para los
cristianos no aceptar una injusticia,
aunque sea considerada como
derecho, por ejemplo cuando
se trata del asesinato de niños
inocentes aún no nacidos”.
Las palabras del Papa llegaron
cuando está en plena ebullición
en Italia el debate sobre la
píldora abortiva Ru486, que puede
empezar a ser distribuida. El
efecto de las recientes elecciones
regionales es bien visible.
Los presidentes electos del Piamonte
y del Véneto, ambos de la
Liga Norte, han dicho que no darán
la autorización para que los
hospitales la receten.
Aunque el Papa no se refirió a
los abusos sexuales, sí lo hizo
ayer, brevísimamente, el predicador
de la Casa Pontificia, Raniero
Cantalamessa, en la ceremonia
de la Pasión del Señor, en
presencia del Papa. Cantamessa
dedicó la homilía a la violencia
contra las mujeres e incluyó una
alusión colateral a la “violencia
sobre los niños, de la que se han
manchado desgraciadamente
no pocos miembros del clero”.
Desde EE.UU. llegaron nuevas
noticias incómodas para el
Vaticano. El abogado William
McMurry, que defiende a víctimas
de la pederastia, ha presentado
una demanda en Kentucky
para que el propio Papa acuda
testificar. El letrado sostiene
que Joseph Ratzinger tuvo responsabilidades
cuando estuvo
al frente de la Congregación para
la Doctrina de la Fe. No existe,
por supuesto, posibilidad alguna
de que el Papa vayaadeclarar.
Desde el Vaticano ironizaron
diciendo que no se puede
tratar al Papa como si se pleiteara
con el presidente de una compañía
tabacalera.
3-IV-10, E. Val, lavanguardia