ver también:
dossier noticiario Darfur
"Estas elecciones son el gran espectáculo del presidente Omar al Bashir contra el Tribunal Penal Internacional (TPI)", declaró Yaser Arman, representante de los ex rebeldes sureños del Movimiento Popular de Liberación de Sudán (MPLS). En efecto, el dictador Al Bashir ha convocado las primeras elecciones multipartidistas desde 1986, en un intento de hacer frente, con el apoyo popular, a la orden de busca y captura dictada contra él por el TPI. El tribunal tomó esta decisión hace un año, por los crímenes de guerra en la lucha contra la rebelión de Darfur (noroeste).
Los tres días de comicios presidenciales, legislativos y regionales comenzaron ayer en medio de una impresionante confusión y con el boicot de candidatos clave que acusan al dictador de trucar la consulta. Entre estos figuran los dos principales candidatos a la presidencia estatal, Arman del MPLS y Sadek al Mahdi, jefe del partido Umma (nacionalista islámico). De esta manera, Al Bashir tiene el camino despejado. El caos fue importante. Algunos colegios no llegaron a abrir, otros lo hicieron con mucho retraso. En determinados centros se distribuyeron listas electorales falsas o faltaban candidaturas. Pero lo más difícil para el elector fue escoger papeletas para las diversas consultas, en especial en la semiautonomía de Sudán Sur. Allí, la población, en su mayoría analfabeta, tenía que votar nada menos que doce veces, desde la presidencia hasta los parlamentos estatales y regionales, pasando por otras instancias. Por cierto, las papeletas presidenciales estatales estaban en árabe, idioma no hablado en esa región.
Además, estas elecciones tienen lugar en un marco de creciente violencia en Darfur, bajo estado de excepción por la guerra civil . En esta región se firmó en el 2006 un precario acuerdo de paz por el conflicto iniciado en el 2003. En Sudán Sur, tras 20 años de guerra, se alcanzó la paz en el 2005, pero allí también está resurgiendo la violencia.
12-IV-10, red/agcs, lavanguardia