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El Vaticano, entre tanto, rechazó, "por carecer de todo fundamento", la denuncia presentada ante un tribunal federal de Estados Unidos contra el papa Benedicto XVI, el cardenal Tarcisio Bertone -secretario de Estado del Vaticano- y el cardenal Angelo Sodano -actual decano del Colegio Cardenalicio, ex secretario de Estado del Vaticano y ex nuncio de la Santa Sede en el Chile de Pinochet-. La denuncia la presentó un hombre de Illinois que fue víctima del cura abusador Lawrence Murphy, ya fallecido, que actuó con impunidad durante años en una escuela de sordomudos de Wisconsin.
La argumentación de la denuncia es que Joseph Ratzinger -cuando era cardenal-, Bertone y Sodano "conspiraron" para ocultar los abusos. La denuncia parte de la idea de que la Iglesia católica es equiparable a una empresa multinacional, por el control personal y financiero que ejerce, de manera vertical, y que los denunciados tienen responsabilidad por supuesta negligencia y ocultación de los hechos.
El abogado defensor de la Santa Sede, Jeffrey Lena, dijo que las denuncias "son legítimas" y manifestó la "compasión" por la víctimas de los abusos de Murphy (que murió sin ser expulsado del sacerdocio, por decisión del Vaticano, debido a que se hallaba muy enfermo). Lena puntualizó, sin embargo, que la denuncia "supone un intento de utilizar los trágicos acontecimientos como una plataforma para realizar un ataque más amplio". "Este último ataque pretende representar a la Iglesia católica como si fuera una empresa multinacional -continuó Lena-.El caso contra la Santa Sede y sus representantes no tiene fundamento. La mayor parte del contenido de esta denuncia es una mezcla de viejas teorías ya rechazadas por tribunales de Estados Unidos".
En cuanto a Murphy, "la Santa Sede y sus representantes no supieron nada de sus crímenes hasta unas décadas después de que cometiera los abusos, y no tenían nada que ver con los daños sufridos por el demandante".
24-IV-10, E. Val, lavanguardia