La asociación La Caramella Buona, que lucha contra la pederastia, explicó ayer ante la prensa internacional nuevos detalles del caso de don Ruggero Conti, un párroco de Roma que se halla en la cárcel y está siendo juzgado por abusos sexuales a menores en los últimos 30 años. Según el presidente de la asociación, Roberto Mirabile, este caso es muy grave e incómodo para el Vaticano porque Conti está muy bien conectado en las altas esferas, dado que siempre fue un gran recaudador de dinero. Según Mirabile, en julio del 2007, él mismo habló de Conti a monseñor Charles Scicluna, el fiscal en la Congregación para la Doctrina de la Fe, pero este decidió no hacer nada porque no le constaba una conducta irregular. El obispo Gino Reali nunca denunció a Conti, quien pudo seguir abusando. Al final actuaron los carabineros por denuncia de las víctimas. El sacerdote fue detenido en junio del 2008.
24-IV-10, E, Val, lavanguardia