La American Board of Anesthesiologists revocará la licencia a todo el que, de sus 40.000 miembros, participe en una inyección letal con cualquier objetivo. Aunque la American Medical Association manifestó en varias ocasiones su oposición de principio a la participación en ejecuciones, la asociación de los anestesistas es el primer cuerpo profesional a tomar una posición oficial.
La licencia emitida por el Board no es obligatoria por ley, pero la mayor parte de los hospitales estadounidenses la exigen.
La mitad de los 35 estados de la Unión en los que está en vigor la pena de muerte requieren la participación de un anestesista con unas funciones u otras durante el proceso de ejecución.
La medida, comunicada a los miembros en febrero, ha sido acogida jubilosamente por las asociaciones contrarias a la pena de muerte, mientras que los partidarios de ella la consideran irrelevante, puesto que el sistema de la inyección letal sería sencillo de poner en práctica y por tanto podría efectuarse por el personal carcelario normal.
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