Ciudad Juárez: el imperio del narcopoder, de las mafias

Blanca y radiante iba la novia. Cuando más feliz se sentía, poco después de haber pronunciado el "sí, quiero", se oyeron dos tiros en el exterior del templo. En medio del pánico y la incertidumbre de los invitados, un comando de ocho sicarios fuertemente armados interrumpió la ceremonia. Tras hacer algunos disparos al aire, obligaron a todos a tumbarse en el suelo. La novia entró en una crisis nerviosa, que no impidió a los hampones que siguieran buscando a las personas que querían llevarse.

No les resultó difícil identificar al novio, Rafael Morales, de 26 años, a uno de sus hermanos y a un tío que eran padrinos del enlace. Los tres fueron secuestrados. Los mafiosos también capturaron al fotógrafo de la boda, pero después lo liberaron.

Los sicarios llegaron hasta la iglesia en dos camionetas. Al verlos bajar con sus fusiles de asalto, un invitado que aún estaba en el aparcamiento se asustó y echó a correr. Le dispararon para que no alertara a los contrayentes; murió en el acto.

Ciudad Juárez, que ha vivido y sufre todo tipo de violencia desde que hace dos años y medio se desencadenó la guerra contra el narcotráfico, aún está conmocionada por esta acción que muestra la libertad con la que opera el crimen organizado. El asalto impactó a una población que creía que la iglesia aún era un lugar seguro. Por primera vez un grupo armado entró en un templo para cometer un crimen y secuestrar en presencia de decenas de invitados, que fueron amenazados para que no intervinieran.



El portavoz de la diócesis, Hesiquio Trevizo, dijo que la acción del comando es un reflejo más de la violencia que sufren los vecinos de Juárez. "Toda enfermedad que no se cura avanza... Es lo que estamos viviendo", indicó.

El padre Solís, párroco que oficiaba la boda, comentó a La Vanguardia:"La violencia ha llegado a un extremo en Juárez que ya no se respeta la casa de Dios ni los sacramentos. Es espantoso el nivel de degradación, nunca se había llegado a esto. Que Dios nos bendiga, nos proteja y nos dé fuerzas". Según el sacerdote, el asesinato y los secuestros en la iglesia muestran que los criminales han perdido los últimos escrúpulos: "Estamos indefensos ante tanta maldad. Como pastores no podemos doblegarnos ante las embestidas del mal", agregó.



Más vehemente se mostró la madre del novio secuestrado al acusar a la policía federal de no haber querido socorrerles después del asalto. Vestida con traje de ceremonia, la mujer se enfrentó a los agentes municipales para que la prensa pudiera dar testimonio de los hechos.

En un vídeo que ha sido colgado en YouTube, se ve a la madre diciendo: "Déjenlos pasar, que digan todo lo que pasa. Hay que hablar con la verdad, toda esa bola de policías que ven ustedes aquí están comprados". "Estaban parados y no hicieron nada. Nada. Esto pasa todos los días en Ciudad Juárez", añadió furiosa la mujer, mientras señalaba a los integrantes de los diferentes cuerpos policiales. Los invitados a la boda ratificaron que los agentes no les hicieron caso cuando quisieron denunciar a los agresores.

10-V-10, J. Ibarz, lavanguardia