La presidenta argentina, Cristina Fernández, aprovechó la jornada para volver a pedir al Reino Unido una negociación sobre la soberanía de las islas Malvinas, con el argumento un tanto pintoresco de que "no se nos puede cargar lo sucedido en la dictadura militar, que nada ha tenido que ver con la idiosincrasia argentina". David Cameron no estaba allí para escucharla, y el jefe del Foreign Office, William Hague, dejó la cumbre en manos del secretario de Estado, Jeremy Browne. Este respondió a través de una nota oficial diciendo que "la soberanía de las Falkland" es cosa de sus propios habitantes...
Al inicio del plenario, en los escasos minutos de imágenes y sonido abiertos a la prensa, se pudo oír a Cristina Fernández referirse a la -para ella desconocida- presidenta de Finlandia, Tarja Halonen, a quien tenía muy cerca en la mesa, como "madame Nokia". Buen comienzo para la que sería, en calidad de líder del Grupo de Río, la portavoz latinoamericana en la cumbre.
19-V-10, F. Flores, lavanguardia