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- macroinvestigación por pederastia en la cúpula de la Iglesia Católica belga
Las maneras de la policía federal belga, que el jueves llevó a cabo un enérgico e inédito registro en las principales dependencias de la Iglesia católica, no han pasado desapercibidas en el Vaticano. El secretario para las Relaciones con los Estados -equivalente a ministro de Asuntos Exteriores-, monseñor Dominique Mamberti, convocó ayer al embajador belga, Charles Ghislain. para expresarle el "estupor" y la "indignación" de la Santa Sede por la conducta de la policía y por la profanación de las tumbas, así como el pesar por la falta de respeto a la privacidad de las víctimas de los abusos sexuales. Muy raramente usa la diplomacia vaticana un tono tan duro y directo.
La policía belga, acusada de incompetente durante el caso del asesino y pederasta Marc Dutroux, no se anduvo con paños calientes a la hora de buscar pruebas para la investigación abierta por la Fiscalía. Entró en la catedral de Malinas en busca de documentos, se apoderó del ordenador del que fue primado de Bélgica durante 30 años, el cardenal Godfried Danneels, y registró la sede del arzobispado de 10 de la mañana a siete de la tarde.
Durante ese tiempo, los participantes en una reunión de la Conferencia Episcopal -incluido el nuncio papal- permanecieron retenidos e incomunicados. "También aquellos que claramente nada tienen que ver", dejó caer, sin entrar en detalles, el máximo responsable de la Iglesia belga, Andre-Joseph Leonard, partidario de una política de "tolerancia cero" con los casos de abusos . Su antecesor, el cardenal Danneels, es sospechoso de haber encubierto casos en sus años de primado.
El arzobispado asegura que se abrieron dos tumbas correspondientes a dos cardenales. La Fiscalía aseguró que sólo se abrió parcialmente una. Una persona que se encontraba en la catedral les informó de que se había hecho obras recientemente en la cripta y decidieron investigar, introduciendo una pequeña cámara en su interior. No se halló nada. "La Justicia ha hecho su trabajo y tiene derecho a inspeccionar. Aun así me sorprende que fueran tan lejos como para perforar en unas tumbas arzobispales", declaró Leonard. "Es digno de una novela policiaca o de El código Da Vinci", dijo.
Se trata, aclaró la fiscalía, de una investigación por "atentados al pudor cometidos a menores" y no por "asociación de malhechores", como afirmaban algunos medio.
Ante la conmoción que suscitó la incautación de las 475 quejas depositadas en la comisión sobre abusos sexuales en el clero, la fiscalía anunció que la documentación no relacionada con los casos que se investigan será devuelta, para respetar la privacidad.
Justo ayer, el Papa nombró como nuevo obispo de Brujas a Jozef De Kesel, en sustitución de Roger Vangheluwe, que hubo de dimitir tras confesar haber cometido abusos sexuales.
26-VI-10, E. Val, lavanguardia
El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano y segunda autoridad de la Iglesia católica después del Papa, arremetió ayer contra la Policía belga por el registro efectuado el pasado jueves en la sede de la Conferencia Episcopal belga durante las investigaciones sobre los casos de pederastia. Según Bertone, "no hay precedentes, ni en los regímenes comunistas de antigua experiencia". El purpurado calificó la situación creada de "secuestro, un hecho inaudito y grave", y se quejó de que los eclesiásticos fueran retenidos durante nueve horas, "sin comer ni beber". Anteayer fue convocado en el Vaticano el embajador belga para expresarle el "estupor" y la "indignación" de la Santa Sede.
27-VI-10, E. Val, lavanguardia
Benedicto XVI entró ayer directamente en la confrontación con Bélgica y calificó de "sorprendentes y deplorables" las formas usadas en el registro policial, el pasado jueves, en la catedral de Malinas y en la sede del episcopado belga. Los comentarios del Papa se incluían en una carta enviada al presidente de la Conferencia Episcopal Belga para expresarle su "solidaridad en este momento de tristeza". El Pontífice reafirmó que los delitos de pederastia son "hechos graves" que deben ser tratados por las justicias civil y canónica, pero dentro del "respeto recíproco y de la especificidad y de la autonomía de cada cual". La intervención papal supone el clímax de la indignación vaticana. El sábado, el cardenal Bertone, secretario de Estado y segunda autoridad de la Iglesia, improvisó ante la prensa unas declaraciones en las que tildó los métodos belgas de peores que los aplicados por los países comunistas.
28-VI-10, E. Val, lavanguardia