Interrumpir el tratamiento médico que mantiene vivo a un paciente en estado terminal no es un delito si el enfermo lo ha pedido expresamente, según dictaminó ayer el Tribunal Federal de Justicia, máximo órgano de la justicia civil en Alemania, con sede en Karlsruhe. La decisión absuelve a un abogado condenado a nueve meses de prisión por tentativa de homicidio. Había asesorado a una mujer para que ayudase a morir a su madre, y ésta retiró el tubo gástrico que la mantenía con vida. El abogado apeló y el tribunal ha fallado ahora que puede retirarse o interrumpir el tratamiento médico que mantiene con vida a un paciente si esa es su voluntad. En este caso, la enferma había dicho que no quería prolongar artificialmente su vida antes de caer en coma el 2002. 26-VI-10, reuters, lavanguardia