"Si alguien conociera, al menos un poco, lo que pasan esas mujeres, les aseguro que lucharían con todas sus fuerzas contra esta manera tan denigrante de esclavitud". Eso es lo que le ocurrió a Joaquín Sánchez Covisa, fiscal de sala del Tribunal Supremo, quien desde su cargo ha conocido de primera mano "el sufrimiento de unas mujeres y niñas que son sustraídas con engaños de sus familias, de sus casas, de su ambiente y llevadas a centenares de kilómetros para ser utilizadas como objetos sexuales". Según el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CIDO), en este momento hay en España entre 6.000 y 7.000 mujeres y niñas "identificadas como esclavas sexuales", pero se sabe que la cifra es mucho más alta. En Europa se calcula que unas 70.000 son sustraídas cada año para surtir a los clubs de alterne y las carreteras de los polígonos. No en vano, la trata de personas es el tercer negocio ilegal más lucrativos de Europa, ya que las mafias organizadas generan alrededor de 2.500 millones de euros anuales con la explotación sexual y los trabajos forzados.
Ante este panorama, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) ha lanzado la campaña "Corazón azul", que ayer fue presentada en España, el segundo país del mundo en el que se pone en marcha tras México. Al acto asistieron las embajadoras de la campaña en España, las actrices Mira Sorvino y Belén Rueda, y la periodista mexicana Lydia Cacho, un símbolo de la lucha contra la trata de personas tras la publicación de Los demonios del Edén,sobre el abuso sexual infantil, y Esclavas del poder , un viaje al corazón de la trata sexual de mujeres y niñas en el mundo.
Al frente, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, para quien "Corazón azul" pretende sacar a la luz "el atentado contra los derechos humanos" que supone la trata. La ministra de Igualdad reiteró que las mafias sustraen a las mujeres y a las niñas de sus entornos para obligarlas "con toda la violencia que sea necesaria" a ejercer la prostitución, actividad que "no constituye el oficio mas viejo del mundo, sino una de las formas de violencia más viejas del mundo".
Esta misma opinión es compartida por las ONG que reciben a estas mujeres, derivadas, en muchos casos, por la policía, tras "rescatarlas" de las mafias. "La gran mayoría de las mujeres que ejercen la prostitución en España, sobre todo, las extranjeras, son víctimas de la trata con fines sexuales. Ejercen presionadas, coaccionadas, tratadas peor que a los perros, sin poder salir, siempre vigiladas, con miedo, sobre todo, miedo a qué les ocurrirá a sus seres queridos a quienes las mafias tienen amenazados", explicó Rocío Nieto, presidenta de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida (Apramp). En Europa, más de la mitad de las víctimas proceden de los Balcanes (32%), de la ex Unión Soviética (19%), de Sudamérica (13%), Europa central (7%), África(5%) y Asia oriental (3%).
El fiscal de Sala del Tribunal Supremo recuerda casos en los que la víctima se niega a declarar "sencillamente porque temen más a sus captores que a todos los policías y jueces del mundo. Yo he visto a mujeres que un minuto antes de declarar se han encontrado una foto en su móvil de su hijo apuntado con una pistola en la cabeza", señala Joaquín Sánchez. La gran mayoría de las mujeres detenidas en las redadas policiales se niegan a declarar y, de las pocas que lo hacen muchas se echan atrás en la declaración.
La actriz Mira Sorvino relató el caso de una mujer nigeriana a la cual los miembros de un grupo organizado la engañaron para trabajar en España. Una vez que llegó a su destino la obligaron a prostituirse y a darles 50.000 euros o si no, matarían a su hija, a la cual tenían secuestrada.
30-VI-10, C. López, lavanguardia