El secretario general del Consejo iraní de Derechos Humanos, Mohammad Yavad Lariyani, dijo que tal vez se revise la condena a muerte por lapidación impuesta a una mujer por adulterio, según informa hoy la prensa local. No obstante, puntualizó, eso no significa que la judicatura esté cediendo ante la "última campaña" de Occidente.
Sakineh Mohammadi Ashtiani,
en una imagen distribuída por
Amnistía Internacional
Sakineh Mohammadi Ashtiani, una viuda de 43 años, fue condenada por adulterio a ser lapidada, mientras otra corte la condenó a recibir más de 90 latigazos, sentencia que ya fue ejecutada. Las organizaciones de derechos humanos internacionales, al igual que varios naciones de Occidente han protestado enérgicamente contra el fallo y pidieron a Irán que revisara la condena.
"La lapidación hasta la muerte existe en nuestra Constitución y nuestra judicatura no puede cambiar su rumbo por la presión y las campañas de Occidente", dijo Larijani, según la agencia noticias iraní. Agregó que en este caso la sentencia podría ser "revisada o incluso, sobre todo después de que otra corte la condenase a recibir latigazos". La lapidación está se aplica en Irán sobre todo como castigo para ofensas relacionadas con relaciones sexuales consideradas ilegítimas, como el adulterio.
No obstante, la judicatura ya había ordenado a los jueces que suspendieran este tipo de condenas debido al impacto negativo en el exterior y que impusieran condenas alternativas. Sin embargo, algunos magistrados siguen imponiéndoleas, sobre todo cuando se trata de juzgados de provincia. En la lapidación, los hombres son enterrados hasta la cintura y las mujeres hasta el cuello.
Las piedras que se lanzan deben golpear el cuerpo (del condenado) o la cabeza hasta la muerte. Sin embargo, si el condenado consigue salir del agujero en el que ha sido enterrado, es absuelto y libre de irse.
10-VII-10, red/agcs, lavanguardia
Irán ha suspendido la lapidación de la mujer de 43 años Sakineh Mohammadi Ashtiani, según adelanta la BBC en su página web.
Ashtiani ya había sido condenada en 2006 a recibir 99 latigazos por haber mantenido relaciones "ilícitas" con dos hombres tras haber quedado viuda. En septiembre de este mismo año, durante el juicio de un hombre acusado de asesinar al marido de Ashtiani, otro tribunal diferente reabrió su caso y allí se la acusó de haber mantenido relaciones con los dos hombres mientras su marido vivía. Pese a que se retractó de una confesión que afirmó había sido obligada a realizar bajo coacción, este nuevo tribunal la halló culpable y la condenó a muerte.
La suspensión de la condena a muerte a la iraní, madre de dos hijos, no significa necesariamente que sea anulada. Irán no ha confirmado la condena queda anulada o se ha pospuesto a causa de la presión internacional.
Quejas internacionales
El ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague afirmó que la muerte por lapidación es un "castigo medieval", y que su aplicación continuada en Irán constituye una violación de los Derechos Humanos.
La ley iraní permite condenar a una mujer a muerte por adulterio bien por la confesión reiterada del acusado, bien por la declaración de un grupo de testigos de un mínimo de cuatro hombres o de tres hombres y dos mujeres. Además, los jueces pueden apelar a su "conocimiento" para dictar sentencia si las pruebas no son concluyentes.
9-VII-10, red/agcs, lavanguardia