Hace nueve años, el Corruption Perception Index (CPI) hizo una relación de los diez países menos corruptos: Finlandia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Islandia, Singapur, Suecia, Canadá, Holanda, Luxemburgo y Noruega. La vara de medir se fijó entre el 1 para los más corruptos y el 10 de los menos. España, con un 7, se situó entonces en el puesto 22. Ocho años después, la lista de los menos corruptos quedó así, todos por encima del 9: Nueva Zelanda, Dinamarca, Singapur, Suecia, Suiza, Finlandia, Holanda, Australia, Canadá e Islandia. Y España retrocedió hasta el puesto 32, por detrás de San Vicente y las Granadinas.
Los autores del índice consideran que por debajo del 5 la valoración es de "altamente corrupto". Y España, con autonomías incluidas, obtuvo un 6.1. Es decir, por lo que se puede leer últimamente, no faltan quienes deben de pensar que aún tenemos margen para comisiones, recalificaciones y contratos por amor al arte.
11-VII-10, Xavier Batalla, lavanguardia