Los marines mataron a 19 civiles en la carretera de Jalalabad a Kabul en la primavera del 2007 e hicieron un informe falso. Tropas especiales bombardearon un recinto donde se escondía un individuo muy buscado, matando a 150 talibanes: en realidad eran 300 civiles... Para el fundador de Wikileaks. org, el australiano Julian Assange, denunciar casos como estos, y no el doble juego pakistaní, es aparentemente el objetivo de la divulgación de los 92.000 documentos. "Este material arroja luz sobre la brutalidad cotidiana de la guerra", dijo Assange a Der Spiegel,y "cambiará las voluntades políticas de manera sustantiva". En pasado lunes, en una conferencia de prensa en Londres, Assange habló de "evidencias de crímenes de guerra".
En Alemania, donde el debate sobre Afganistán es tema permanente, el diario Süddeutsche Zeitung señalaba que los papeles contienen el "potencial" de acabar con "toda esperanza de un éxito militar y político en Afganistán" y el Berliner Zeitung especulaba con que "quizás la fuente de Wikileaks no está tan lejos del Gobierno americano como pensamos". Die Welt se cuestionaba los intereses reales de Wikileaks.
Julian Assange afirma defender la transparencia por encima de todo, y distinguirse así de la prensa convencional. Primeras fuentes en vez de "decisiones editoriales" condicionadas, afirma.
De 39 años, este ex hacker informático que iba para matemático y lo dejó todo por un declarado idealismo justiciero cuando empezó a gestar el proyecto Wikileaks en el 2006, es un personaje oscuro del cual se sabe poco y que no suele contar nada de su vida. Según él mismo, no tiene residencia fija por motivos de seguridad, sino cuatro casas donde refugiarse (una de ellas en Melbourne), y se pasa la vida viajando "allí donde reclaman mi ayuda" con su mochila y su ordenador.
Wikileaks, ha explicado, está formado por cinco personas dedicadas por completo al proyecto y casi un millar de voluntarios. No existe una oficina central. El vídeo del helicóptero de Bagdad fue visto por 4,8 millones de personas la primera semana. Y, al parecer, las revelaciones sobre la corrupción en el Gobierno de Kenia fueron decisivas para el cambio político. Al parecer, dos activistas de derechos humanos fueron asesinados en Nairobi en relación con las revelaciones. Todo el que quiera revelar informaciones puede acudir a Wikileaks, que ha difundido más documentos clasificados que toda la prensa mundial, según Assange. "Eso es una desgracia", ha afirmado, y "dice mucho del estado del resto de medios".
28-VII-10, red, lavanguardia
La filtración de 92.000 documentos del Pentágono a través del sitio web Wikileaks ha puesto la guerra de Afganistán en el primer plano de debate en Estados Unidos. Como efecto secundario, ha reavivado ese debate entre los principales aliados de la OTAN.
Wikileaks entregó copias de esos documentos a The New York Times,al diario británico The Guardian y a la revista alemana Der Spiegel,que los publicaron el mismo día que se difundían en internet, el pasado lunes.
El momento es oportuno, ya que esta semana el Congreso de EE.UU. tiene que aprobar 60 millardos de dólares para la guerra. El Senado ya dio su beneplácito la semana pasada y no cabe esperar que los miembros de la Cámara de Representantes vayan a irse de vacaciones sin conceder el dinero para las tropas.
La cuestión es más bien si la estrategia de Barack Obama en Afganistán es acertada o no. El presidente quiere empezar a retirar tropas en julio del 2011, pero tiene que confirmar la fecha el próximo diciembre. Obama compareció ayer para recordar los motivos de la guerra en Afganistán, "la región de la que partieron los ataques del 11-S". Pero la sensación de fracaso emergió en el comité de relaciones exteriores del Senado, cuyo presidente, el demócrata John Kerry, preguntó: "¿Qué está pasando aquí?".
El Pentágono y el propio Obama afirman que se ha exagerado la importancia de los documentos filtrados. "No revelan ningún asunto que no haya formado parte del debate público sobre Afganistán", dijo ayer Obama.
Eso incluiría el punto más grave - al menos en términos estratégicos- de las revelaciones: el supuesto doble juego de Pakistán con EE.UU. y con los talibanes. Kerry también habló de exageración, pero dijo que los papeles cuestionan seriamente "la realidad de la política de América hacia Pakistán y Afganistán". Hay que recordar que el Gobierno de Islamabad recibe ayudas multimillonarias y que el último paquete, de cinco millardos de dólares para los próximos cinco años, fue impulsado en octubre del 2009 por el propio senador Kerry y el republicano Richard Lugar. El senador demócrata Carl Levin, que visitó Pakistán el mes pasado, opinó que "algunos de esos documentos refuerzan mi preocupación sobre el apoyo de algunas autoridades pakistaníes a la insurgencia afgana".
El portavoz del Pentágono afirmaba ayer que la traición pakistaní es agua pasada. Los documentos datan del periodo 2004-2009 y "el más nuevo es de hace seis meses". "No reflejan - dijo Geoff Morrell-las relaciones actuales entre EE. UU. y Pakistán, que van en la buena dirección desde hace meses, si no desde hace un par de años". Morrell anunció ayer una investigación criminal sobre la filtración a Wikileaks que afecta, de momento, al soldado de segunda clase Bradley Manning, de 22 años, quien se encuentra bajo arresto en Kuwait, acusado de haber facilitado al mismo sitio web el vídeo en el que un helicóptero dispara mortalmente sobre dos empleados de la agencia Reuters en Iraq en el 2007.
Los gobiernos pakistaní y afgano abundaron ayer en el affaire,el primero desmintiendo y el segundo acusando a EE. UU. de hacer las cosas mal. Según The New York Times,en Washington hay quien tiene esperanzas en que la divulgación de los dossiers sirva para presionar a Pakistán para que colabore más.
Si algo reflejan los documentos es una realidad compleja. Ni EE.UU., ni el Gobierno afgano, ni mucho menos el pakistaní prescinden de los talibanes (o de una parte de ellos) para el futuro de Afganistán. El analista Thomas Friedman escribía ayer que "los pakistaníes saben que los americanos se irán y una coalición que incluirá a los talibanes dirigirá el país", así que "se asegurarán de mantener buenas relaciones con los talibanes". Según Friedman, sea quien sea el responsable de la filtración, ha presentado el argumento "más poderoso hasta ahora para retirarse de Afganistán más pronto que tarde".
28-VII-10, agcs/red, lavanguardia