Surinam es uno de los países más desconocidos de Sudamérica, pero ahora cuenta con más ingredientes para ganar espacio mediático. Dési Bouterse, un ex dictador condenado por narcotráfico en Holanda y procesado por asesinato en su país, asumirá el próximo día 12 la presidencia tras ganar las elecciones de mayo con el 45% de los votos.
Con apenas 500.000 habitantes y encajonado entre Guyana, Brasil, la Guayana Francesa y el Atlántico, este país obtuvo su independencia de Holanda en 1975. Sólo cinco años después, en 1980, Bouterse encabezó un levantamiento militar, conocido como "el golpe de los sargentos" porque fue coordinado por un grupo de suboficiales de orientación inicialmente izquierdista.
Tras el golpe, Bouterse sólo presidió formalmente Surinam durante algunos cortos periodos de tiempo, aunque en la práctica ejerció como cabeza de una dictadura militar, que tomó el control total del país gracias a la connivencia de presidentes títeres. Así fue hasta 1988, cuando se volvieron a celebrar elecciones libres.
El momento más negro se vivió en diciembre de 1982, cuando quince opositores a la dictadura fueron asesinados por un escuadrón militar. Por su supuesta responsabilidad en esta matanza, Bouterse está procesado en Surinam y se enfrenta a veinte años de cárcel. No obstante, la asunción de la presidencia, con 64 años, le garantizará inmunidad.
El nuevo mandatario también tendrá inmunidad si quiere acudir a alguna de las instituciones internacionales ubicadas en Holanda. El ministerio de Asuntos Exteriores holandés confirmó que tiene la obligación de extender un visado a Bouterse, pese a que la justicia holandesa lo condenó en ausencia a dieciséis años de cárcel por tráfico de cocaína y ha reclamado la extradición a la Interpol. Surinam nunca atendió esta petición, alegando su condición de ex presidente.
Por este motivo, no cayó nada bien en Holanda que el presidente francés, Nicolás Sarkozy, fuera el primer líder europeo en felicitar a Bouterse, atendiendo a la vecindad de la Guayana Francesa.
La sombra del ex sargento ha dominado la política surinamesa durante los últimos treinta años. En 1990 dio otro golpe de estado, aunque fracasó a las 24 horas. Y en 1996 logró que el candidato de su formación, el Partido Nacional Democrático, se convirtiera en presidente hasta el 2000.
Admirador del Che Guevara y de Hugo Chávez, Bouterse mantiene excelentes relaciones con su par venezolano. Probablemente, el aterrizaje de un ex dictador y narcotraficante en clubs regionales como la Unasur o la OEA -de los cuales Surinam es miembro- "animará" sus cumbres.
4-VIII-10, R. Mur, lavanguardia