Cuatro años después de su boda con otro militar, Alberto Linero denunció ayer que va a ser expulsado del Ejército del Aire. Asegura haber sufrido dos años de acoso, abuso y proposiciones sexuales en la base militar de Morón de la Frontera (Sevilla). La boda tuvo lugar en el 2006 en el Ayuntamiento de Sevilla y ambos militares se casaron vestidos con el uniforme de gala del Ejército del Aire. Por su parte, el Ministerio de Defensa confirmó que no renovará el contrato de Linero, que concluye el 31 de agosto, si bien lo atribuyó a su falta de rendimiento en el trabajo y a una serie de acusaciones de acoso y proposiciones sexuales de las que él dice haber sido víctima por parte de compañeros de destino. El Ministerio de Defensa abrió a primeros de julio una investigación interna para aclarar el presunto acoso y concluyó que las acusaciones de Linero son infundadas. Las conclusiones del citado informe serán enviadas a la Fiscalía por si el denunciante hubiera incurrido en algún tipo de delito. Una fuente del ministerio negó ayer que la no renovación del contrato responda a algún tipo de discriminación por la orientación sexual del militar. La prueba de que no hay discriminación en la conclusión del contrato, según el ministerio, es que los dos militares, que se casaron de uniforme ante las cámaras de televisión, han seguido perteneciendo a las fuerzas armadas durante estos cuatro años. El militar se encuentra en la actualidad de baja médica psiquiátrica. 24-VIII-10, V. Bejarano, lavanguardia