El método, expeditivo y brutal, lleva la rúbrica de la Camorra, aunque no existe aún la certeza sobre la autoría del crimen. Hasta nueve balazos recibió el alcalde de Pollica, Angelo Vassallo, asesinado cuando se hallaba en su automóvil, indefenso, de regreso a casa. Dos magistrados que lo conocían expresaron la sospecha de que Vassallo, ecologista y muy escrupuloso con la legalidad, fuera víctima de la mafia campana -o tal vez de la calabresa, la ´Ndrangheta- por haber obstaculizado sus sucios negocios en una zona turística y de grandes bellezas naturales.
La muerte de Vassallo, de 57 años, tuvo un fuerte impacto por tratarse de un cargo electo y porque demuestra que, pese a los golpes que continuamente sufre, el crimen organizado exhibe capacidad para desafiar al Estado. Si se confirmara que lo mató la Camorra, sería la primera vez en tres decenios que un alcalde es asesinado por las mafias. La última vez que ocurrió fue en diciembre de 1980. La víctima, Marcello Torre, era alcalde de Pagani, también en la región sureña de Campania.
Vassallo había sido elegido para un segundo mandato y era muy querido por los vecinos. Según una vecina, había convertido la localidad en un "oasis". Ex militante del Partido Demócrata -centroizquierda-, en las últimas elecciones se presentó al frente de una lista cívica independiente. Pescador de profesión, era conocido por su afán en preservar las bellezas naturales de su municipio y por enfrentarse a proyectos urbanísticos que consideraba nocivos. El núcleo costero de Accaroli, dependiente de Pollica y donde se cometió el asesinato, tiene el privilegio de contar con una de las playas reconocidas y premiadas por ser de las más limpias de Italia. El celo medioambientalista de Vassallo le llevó a firmar en enero pasado una polémica ordenanza municipal que castiga con hasta 1.000 euros a quien sea sorprendido tirando al suelo una colilla.
Según el fiscal Alfredo Greco, Vassallo le había mostrado hace poco su preocupación por algunos asuntos. "Era un hombre que se batía contra la ilegalidad y estaba siempre en primera línea -declaró Greco a la televisión-. Cuando sucedía algo particular en su territorio, me lo indicaba". "No sólo han asesinado a un hombre, han asesinado una esperanza. Era un símbolo de legalidad. Quien lo ha matado ha querido golpear a quien se oponía a la ilegalidad", agregó Greco.
Otro magistrado amigo de Vassallo, Raffaele Marino, coincidió en que la Camorra pudo tener suficientes razones para asesinarlo. "A mi querido amigo Angelo lo han matado por un no de más -dijo Marino, que es procurador adjunto de Torre Annunziata-. Un no pronunciado ante gente que no acepta una respuesta negativa. Un no dicho a la cara de la Camorra. No tengo dudas". Se sabe que el alcalde se oponía, por ejemplo, a la privatización del puerto, impidiendo así al crimen organizado infiltrarse, como a menudo hace, en las empresas que gestionan la lucrativa actividad portuaria.
7-IX-10, E. Val, lavanguardia