Guillermo Fariņas, Premio Sakharov 2010

El Parlamento Europeo arropó ayer con la concesión del premio Sajarov a la Libertad de Conciencia al disidente cubano Guillermo Fariñas. "Un periodista independiente, un disidente político que sacrificó y arriesgó su propia vida como medio de presión para cambiar la situación en Cuba", en palabras del polaco Jerzy Buzek, presidente de la institución.

La ceremonia de entrega está prevista para diciembre pero es poco probable que las autoridades cubanas den la autorización de viaje pertinente a Fariñas, que ha mantenido 23 huelgas de hambre para mostrar su oposición al régimen (la última, de 135 días para lograr la libertad de decenas de presos políticos cubanos). Las Damas de Blanco, premiadas en el 2005, aún no han podido acudir a Estrasburgo para recogerlo.



La polémica por la elección del activista cubano estalló en primer lugar en el mismo hemiciclo, cuando varios diputados de izquierdas -empezando por la francesa Marie-Christine Vergiat- criticaron que los "factores políticos" pesen más que el compromiso político. "¡Como si no hubiera violaciones de los derechos humanos en otros lugares del mundo!", protestó luego la eurodiputada María Muñiz (PSOE), para quien hay otras causas que necesitan más "la visibilidad" que da el premio a quienes luchan por la libertad. La elección de Fariñas "desacredita" al Sajarov y sólo busca "obstaculizar" la revisión de la política hacia Cuba, añadió.

Fariñas era el candidato del Partido Popular Europeo y en la votación final (entre los jefes de los grupos políticos, no en el pleno) recibió el apoyo de los liberales y los conservadores británicos y del Este. Se barajaron otros nombres, como la crítica oenegé israelí Breaking The Silence y la activista etíope Birtukan Mideksa. Pero por tercera vez en menos de 10 años, la Eurocámara quiso reconocer la lucha por la libertad de un ciudadano cubano.



El momento de la elección de Fariñas no es casual. Este lunes los ministros de Exteriores europeos - a propuesta de España-revisarán su política bilateral con la isla. Y la Eurocámara, como la mayoría de países europeos, se opone a la propuesta del ya ex ministro Miguel ÁngelMoratinos de anular la "posición común" adoptada en 1996. Este acuerdo condiciona cualquier avance en las relaciones a mejoras en los derechos humanos. Para La Habana, es una afrenta y un obstáculo en sus tratos con Europa.

Pero aunque muchos países están de acuerdo en que el documento impulsado hace casi 15 años por José María Aznar está desfasado, nadie apoya las reivindicaciones de España y lo más probable, según fuentes diplomáticas, es que la UE se limite a hacer algún gesto para apoyar la reciente liberación de 39 presos.

22-X-10, B. Navarro, lavanguardia

La concesión del premio Sajarov a Guillermo Fariñas es la tercera mala noticia que Raúl Castro recibe del exterior en una semana. La primera se la dio Barack Obama el martes, cuando consideró que las excarcelaciones de reclusos políticos y las reformas económicas aprobadas hasta ahora en Cuba no bastan aún para que Washington ablande su política de cerco a la isla. El segundo jarro de agua fría llegó con la sustitución de Miguel ÁngelMoratinos por Trinidad Jiménez en el ministerio de Exteriores español.

El reconocimiento de la Eurocámara al disidente de Santa Clara obviamente no fue noticia en sentido estricto dentro de Cuba, cuyos diarios, informativos y páginas web abrieron con una declaración de Fidel Castro contra el "riesgo inminente" de una guerra nuclear en la que "el daño colateral sería la vida de la Humanidad". El líder de la revolución pidió la eliminación de las armas atómicas en todo el mundo.

Tampoco se enteraron los isleños de lo que Obama dijo el martes sobre la relación bilateral: "Antes de dar nuevos pasos (de flexibilización de las políticas hacia Cuba), queremos asegurarnos de que el régimen castrista es serio, y la piedra de toque para eso será la libertad", afirmó. El presidente estadounidense reconoció lo positivo de las casi 40 excarcelaciones ordenadas hasta el momento, pero consideró que todavía "sigue habiendo demasiados presos políticos que languidecen en cárceles cubanas por tener opiniones diferentes a las del régimen". Y también juzgó insuficientes las recientes medidas de apertura a la iniciativa privada, al señalar que la de Cuba se mantiene como "una economía anclada en el pasado cuando otros países ex comunistas, de Vietnam a Rusia, han adoptado el sistema de mercado con mucho éxito".

Un día después de esta declaración, La Habana supo que su mayor valedor en la UE con vistas al abandono de la estrategia de condicionamiento establecida en la Posición Común europea sobre Cuba, Moratinos, desaparecía del mapa político justo en vísperas del consejo de ministros en que, el próximo lunes, los 27 deben decidir al respecto.

La nueva titular de Exteriores, Trinidad Jiménez, no está bien vista por estos pagos. Fidel Castro la atacó directamente en el 2005 por defender al disidente Manuel Cuesta Morúa. Y hace dos años, siendo ella secretaria de Estado para Latinoamérica, medios próximos al Ejecutivo la acusaron de trabajar para la derecha de EE. UU. En cambio, la oposición interna acogió ayer muy favorablemente la sustitución.

Pero no hay que exagerar. Aunque siempre utilizara un tono de mayor firmeza con los gobernantes cubanos, Jiménez nunca se salió en lo esencial de la línea del PSOE y Moratinos: la del "diálogo crítico" con La Habana.

En cuanto al galardón a Fariñas, tanto él mismo como los distintos grupos de la disidencia lo tomaron como un aliento a "todos los luchadores por la libertad en Cuba". El protagonista no descartó volver al ayuno si no le dejan ir a recoger el premio.

22-X-10, F. García, lavanguardia