Nada le interesa resaltar más al entorno, ahora mismo asediado, de Julian Assange, también acosado por la voracidad mediática amarillenta, que si la fiscal Marianne Ny alega “una y otra vez” que pidió una orden judicial para arrestar a Assange porque “hasta ahora no hemos sido capaces de reunirnos con él para un interrogatorio”: miente, manipula, lo hace en sede gubernamenta y además “una y otra vez”. Hecho gravísimo que denuncia desde Londres la defensa de Assange.
Mi cliente se ofreció a ser interrogado y a firmar una declaración jurada, ofertas igualmente rechazadas por la fiscalía.
Por su parte, el representante legal de Julian Assange en Estocolmo, Bjorn Hurtig, declaró a la prensa que apelará esa decisión, sin ofrecer detalles del paradero de Assange, al que se supone en Londres. Bjorn Hurtig desde Suecia insiste en que “ni el Ministerio Público ni el tribunal de distrito de Estocolmo aportaron datos concretos sobre el supuesto delito.
Hurtig explica que la decisión judicial es devastadora para su defendido y supone su cuestionamiento permanente a través de una campaña infernal y extraña chapuza “judicial” de la que es la mejor prueba que su nombre ya aparece vinculado al término “violación” y “acoso sexual”, además de conseguir presentarlo como un fugitivo de la justicia por este asunto, cuando él ademá se ofreció a declarar, no por los secretos desvelados. Según un experto de la inteligencia militar “se están siguiendo las instrucciones del manual de inteligencia”.
El abogado sueco del “fugitivo” de WikiLeaks va mucho más allá y expresa también “desde el punto de vista personal” que las acusaciones contra su defendido son una falsedad. Dijo esto y apuntó seguidamente y de manera directa al gobierno de su país y a las presiones de la Casa Blanca para “eliminar” a Julian Assange. Y es que WikiLeaks y su fundador no tienen dudas de ser el blanco de una tenaz persecución del Pentágono y de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que estarían detrás de una campaña para desprestigiarle y “sacarlo de la pista” en frase de un ex agente de inteligencia que muestra su convencimiento de que el cambio de estrategia del australiano ha desconcertado a los gobiernos occidentales.
Un cambio que no ha sido percibido pero que no sería otro que el de estar filtrando información, tiene para dar y tomar, a medios o periodistas y colaboradores leales de todo el mundo sin pasar por su web ni buscar protagonismo alguno. Hace unos días, ayer mismo, hoy, mañana. El lunes también. Están en los periódicos desangrando la credibilidad del poder y haciendo a ver a los lectores de esos países que nada es como parece y que las cloacas prevalecen.
Precisamente ayer, horas después de la petición fiscal de arresto internacional contra el fundador de WikiLeaks, se ha sabido que el gobierno sueco fue informado por el Departamento de Estado de las labores de espionaje que realizaba una unidad especial desde la embajada de Estados Unidos en Estocolmo.
La Fiscalía sueca se ha negado siempre a investigar las denuncias que de una u otra forma ya habían salido a la superficie. Incluso cuando hace una semana y media se conocía que en los registros almacenados por el epionaje estadounidense con base en Suecia incluían listados de miles y miles de ciudadanos suecos con detalles como el color de su piel, raza, color de pelo… aún así la Fiscalía miró para otro lado.
Ahora después de una semana de silencio la prensa “seria” ya ha publicado la noticia sobre la existencia de documentos que prueban que EE.UU informó al gobierno sueco de sus labores de espionaje al parecer masivo e indiscriminado en Suecia (y también el resto de países nórdicos). Era parte del “trabajo” de una unidad especial que operaba desde el corazón de Estocolmo con conocimiento gubernamental desde… el año 2002.
Dicen que Assange no quiere ir a Suecia. Ya veremos si es verdad. El paraíso nórdico que fue un modelo para muchos, sería según los activistas de WikiLeaks, un gobierno títere al servivio de la industria armamentísitca y el Pentágono, sobre todo desde magnicidio de Olof Palme.
Los grupos especiales de la SDU (Surveillance Detection Unit) incorporan los datos sensibles en SIMAS (Security Incident Management Analysis System) al que acceden la CIA y el FBI. Según adelantaron algunos medios suecos hace una semana y media entre la información registrada habría fotografías e informes sobre los asistentes a las manifestaciones del 1 de mayo y festivales alternativos. Periodistas suecos reconocen estar soprendidos por el escaso eco internacional de la noticia. La fiscalía sueca mira para otro lado. Aquí se juzga a Julian Assange.
En Nación Red | Daniel Ellsberg: “La vida de Julian Assange, fundador de WikiLeaks, está en peligro”