Las autoridades chinas refuerzan su vigilancia a los disidentes a medida que se acerca la fecha
del 10 de diciembre. Ese día está previsto que se celebre en Oslo la entrega del premio Nobel de la Paz, de forma simbólica, a Liu Xiaobo, el escritor y activista encarcelado por pedir reformas democráticas.
La policía china impidió el jueves viajar al conocido artista Ai Weiwei, cuando estaba a punto de iniciar una gira por varios países. “Ya había pasado por la aduana cuando me retuvieron en la
puerta de embarque”, explicó Ai a la agencia Dpa. El artista dijo que era la primera vez que las autoridades chinas le han impedido salir del país. La policía le dijo que su salida implicaría un “peligro para la seguridad nacional”.
Ai Weiwei aseguró que no tenía previsto viajar a Oslo para asistir a la ceremonia de entrega
del premio Nobel de la Paz. Viajaba a Corea del Sur y desde allí a Alemania, Ucrania y Dinamarca.
El artista chino no es el único crítico con el régimen de Pekín que no ha podido abandonar el
país. El conocido economista Mao Yushi tampoco pudo viajar el jueves, según el diario The
South China Morning Post. Mao tenía previsto ir a Singapur para asistir a una conferencia. “Me dijeron que soy un elemento peligroso”, explicó Mao.
La policía también ha impedido salir al profesor retirado Sun Wenguang, de la universidad de
Nanjing, después de que manifestara su intención de viajar a Oslo.
Estas prohibiciones están directamente relacionadas con la carta abierta que la esposa de Liu
Xiaobo, Liu Xia, hizo pública a finales de octubre, en la que invitaba a más de un centenar de activistas a viajar a Oslo para asistir a la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz. Entre ellos se encontraba Mao Yushi.
Ai, Mao o Sun no son los únicos disidentes a quienes no se les deja salir del país en las últimas
semanas. El mes pasado, la policía también impidió abandonar China a Mao Shaoping, uno de
los abogados defensores de Liu Xiaobo, y a He Weifang, profesor de Derecho. Ambos tenían previsto viajar a Londres para asistir a una reunión de la Asociación Internacional de Abogados.
Desde que se conoció que Liu Xiaobo era el ganador del Nobel de la Paz, Pekín ha emprendido
una campaña de presión para boicotear la ceremonia de entrega de este galardón. Ha pedido a numerosos países que no envíen a ningún representante a Oslo el próximo día 10. Rusia, Cuba, Marruecos, Iraq y Kazajistán han anunciado que no asistirán.
4-XII-10, I. Ambrós, lavanguardia