El congresista Ron Paul, el gran heterodoxo de la política norteamericana, libertario y republicano, se ha desmarcado, una vez más, de los unos (demócratas) y de los suyos (republicanos) y ha defendido a Julian Assange, entre otras cosas, “por ir en búsqueda de la verdad”:
En una sociedad libre se supone que debemos saber la verdad. En una sociedad donde la verdad se convierte en una traición, entonces tenemos un gran problema. Y ahora la gente que revela la verdad están metiéndose en problemas por ello
A Ron Paul algo no le huele bien de esta cacería. Así que como buen político iconoclasta de aguijón inconformista, que amenaza la modorra del Sistema, el congresista libertario del Partido Republicano ha decidido hacer una defensa abierta de Assange. Lo hace ante las voces que claman por su persecución legal, pena de muerte incluída y otras sutilezas, destacando la acusación de “alta traición”... a un ciudadano de otro país.
Aunque no inesperada, la “salida” en tromba del peculiar congresista ha provocado una cierta inquietud entre sus compañeros de partido, más hechos a la idea de cazar al australiano, pero también entre la Administración Obama. Les habla Ron Paul:
La entera noción de que a Assange, que además es australiano, lo tenemos que perseguir por traición … me hace preguntarme ¿no estaremos llegando a conclusiones alocadas?
Ron Paul también se desmarca del consenso político-mediático que se niega a situar a Assange dentro de la categoría de periodista. De hecho, el portavoz del Departamento de Estado, P.J. Crowley, ha exclamado que Assange “es un anarquista, no un periodista”. Sin embargo, para el congresista Ron Paul, WikiLeaks es un medio de comunicación y si se le persigue también debería perseguirse al “New York Times” o a cualquiera que publique los cables.
Pero el heterodoxo republicano quiso ir más allá y la semana pasada rindió homenaje al valor del “soldado Manning”. Lo hizo durante una conferencia en la Universidad de Indiana. Allí el congresista “libertario” habló con admiración sobre Bradley Manning, el jovencísimo analista de inteligencia que probablemente filtró los clasificados a WikiLeaks.
Haciendo notar una y otra vez que Manning está en prisión actualmente, el congresista Paul recordó a la joven audiencia que durante la historia americana siempre ha habido personas que se arriesgaron a ser castigadas por revelar la verdad. La audiencia rompió en aplausos y ovaciones cuando el atípico republicano expuso su firme postura de apoyo a esos americanos valientes.
Se les solía llamar patriotas y no criminales
En su blog no duda en arremeter una vez más contra “el espíritu neoconservador, inmerso en la enseñanza de Leo Strauss, que no puede soportar un país donde las personas simplemente persigan una vida feliz, pacífica y próspera”.
En la visión neoconservadora, un constante estado de alarma debe fomentarse entre la gente para mantenerlos enfocados en algo más grande que ellos mismos – su gran protector, el Estado.
En lugar de preocuparse por la divulgación de secretos vergonzosos, debemos centrarnos en nuestra delirante política exterior. Nos estamos engañando si creemos que el espionaje, la intriga y el intervencionismo militar puede mantener nuestro estatus internacional como una superpotencia, mientras que nuestra economía nacional se derrumba en una orgía de deuda y devaluación monetaria.
Por su parte, un destacado político italiano, también “viejo libertario”, el incombustible y carismático Marco Pannella, acaba de hacer público que ante el aumento de los ataques contra WikiLeaks, ha hecho un llamamiento interno para que toda la galaxia de asociaciones radicales se pongan manos a la obra para dar la máxima cobertura digital y política a la organización fundada por Julian Assange.
El Partido Radical, plataforma histórica de intelectuales contracorriente y activistas callejeros comprometidos en la defensa activa de los derechos civiles, siempre más allá de la “coyuntura” electoral italiana, es una prestigiosa ONG internacional, cuya cara más conocida es Emma Bonino, premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional. Los radicales de Pannella y Bonino, como Amnistía Internacional o Greenpeace tienen reconocido el status de organización consultiva de Naciones Unidas. No les hacen mucho caso, la verdad. Quizá por la defensa que los radicales hacen de “otra ONU”, la Organización Mundial de las Democracias. Una utopía inevitable.
Ron Paul y Marco Pannella son dos políticos muy diferentes, discreparán profundamente sobre muchas cosas, pero pertenecen a una misma generación, que no es la que les correponde por edad, es la nuestra. La tuya. La que no está dispuesta a dejarse arrebatar la conquista de Internet. Los “otros”, medianías serviles del imperio, son los auténticos viejos cochambrosos que arrastran sus servidumbres, ahora ya, de forma lastimosa.
Aunque luzcan jóvenes son viejos.