agresión y cárcel para los candidatos

Un ataque informático inutilizó ayer la principal web de la oposición bielorrusa, Jartia´97. Los hackers lanzaron el ataque desde San Petersburgo, según la agencia electrónica Gazeta. ru. Afectó también a diversas páginas de los candidatos, como Partisano Bielorruso, la página web de la campaña de Neklyayev. Las páginas web de los principales periódicos independientes funcionaban con problemas, y periodistas, activistas de derechos humanos y opositores denunciaron que sus teléfonos móviles habían dejado de funcionar.

La misión de Valeri Zhdanovich, un antiguo marinero que saluda con un "¡Hasta la victoria siempre!" con marcado acento caribeño, no es muy peligrosa. Pero claro, él no era uno de los nueve candidatos de la oposición que ayer desafiaron a Alexander Lukashenko en las elecciones presidenciales de Bielorrusia. Tres de ellos fueron brutalmente agredidos cuando cerraron los colegios electorales. Al líder de la campaña "¡Di la verdad!", Vladimir Neklyayev, le golpearon hasta que perdió el conocimiento sobre el suelo nevado de Minsk. Luego una enfadada multitud de miles de personas intentó asaltar la sede del Gobierno.

Zhdanovich, de 70 años, formó parte hace 48 de la flota soviética enviada a Cuba para "defender la isla" durante la crisis de los misiles de 1962. Ayer presidía, como cuatro veces antes, la mesa del colegio electoral del Palacio de la Cultura de los Sindicatos, junto a la céntrica plaza de Octubre, elegida por la oposición para protestar por el pucherazo electoral. El viejo marinero creía por la mañana que "no habrá tanta tensión como en Cuba". Se equivocó. La capital de Bielorrusia también vivió ayer un ambiente belicista cuando terminaron las cuartas elecciones presidenciales que se adjudica Alexander Lukashenko. Soldados del Ministerio del Interior y carros blindados antidisturbios se apostaron en la plaza de Octubre para bloquear a la oposición. Esta acusó al "robusto presidente" bielorruso, de 56 años y en el poder desde 1994, de perpetuar su tiranía robando una vez más las elecciones.

Neklyayev fue agredido cuando se dirigía hacia la plaza entre un grupo de unas 200 personas. Según testigos, sucedió a menos de un kilómetro. Con él iba otro de los candidatos opositores, Nikolai Stankevich, líder de Bielorrusia Socialdemócrata. "Durante la marcha nos atacaron las fuerzas especiales de la policía. Yo fui agredido y a Neklyayev le golpearon hasta que perdió el conocimiento", afirmó Stankevich.

Según varios testigos, un coche de la policía se detuvo junto a los dos políticos y de su interior salió un grupo de personas vestidas de negro. El poeta y escritor Neklyayev y el ex viceministro de Exteriores Andrei Sannikov, que lidera Bielorrusia Europea, eran los candidatos más conocidos de los nueve que hacían frente ayer a Lukashenko. La agresión a Neklyayev no fue el único incidente de la jornada. La oposición denunció la detención el sábado y el domingo de madrugada de varios miembros de sus equipos de campaña, entre ellos uno de sus colaboradores, Mijail Pashkevich, y el líder del opositor Frente Joven, Dimitri Dashkevich.

A pesar de la acción de la policía, miles de personas se dirigieron hacia la plaza de Octubre con banderas de Bielorrusia y de la Unión Europea. Ante el bloqueo policial, los opositores cambiaron de rumbo y se dirigieron por la vecina Plaza de la Independencia, donde se encuentra la Casa del Gobierno para pedir, al grito "¡Por la libertad!", la repetición de las elecciones "sin Lukashenko. Los manifestantes intentaron tomar por asalto el palacio de estilo soviético, pero fueron repelidos por los antidisturbios.

En las refriegas, rompieron puertas y ventanas, y un tercer candidato a la presidencia, el democristiano Vitaly Romashevsky resultó herido. Los manifestantes no lograron superar las barricadas instaladas por las policía, que practicó decenas de detenciones.

Al cierre de esta edición, mientras crecía la algarada, el estado de Neklyayev era preocupante.

"Sufre una lesión cerebral y ha tenido que ser hospitalizado", informó su portavoz, Yulia Romashevskaya. Ayer casi se hizo realidad la promesa que hizo Alexander Lukashenko cuando votó en compañía de su hijo más pequeño, Nikolai. "No va a haber manifestación", dijo a los periodistas. Las primeras encuestas a pie de urna ya auguraban lo que todo el mundo sabía: que las elecciones en este país de 9,5 millones de habitantes iban a ser un mero trámite. El centro de estudios oficial EcooM otorgaba la victoria a Lukashenko con un aplastante 74,7%. Sannikov recibiría el 6,33% de los votos, mientras que votaría por Neklyayev un 4,49% de los sufragios.

20-XII-10, G. Aragonés, lavanguardia