Metas del Gobierno colisionan con retroceso en el respeto de derechos civiles y políticos clave
El Gobierno chino no ha logrado cumplir, en los últimos dos años, con los objetivos fijados en su primer Plan Nacional de Acción de Derechos Humanos (2009-2010) para proteger derechos civiles y políticos clave, señaló hoy Human Rights Watch.
El informe de 67 páginas, “Promises Unfulfilled: An Assessment of China’s National Human Rights Action Plan” (“Promesas incumplidas: Una evaluación del Plan Nacional de Acción de Derechos Humanos de China”), detalla cómo a pesar de los progresos del Gobierno chino en la protección de algunos derechos económicos y sociales, China ha minado muchos de los objetivos clave del Plan Nacional de Acción de Derechos Humanos (PNADH) al incrementar en los últimos dos años las restricciones a los derechos de expresión, asociación y reunión. El informe destaca cómo el retroceso en el respeto a derechos civiles y políticos clave facilitó, en lugar de limitar, una serie de abusos de derechos humanos enumerados de forma específica en el PNADH.
Li Xuemei, esposa de Zhao Lianhai, es arrastrada por policías después de que no se le permitió estar presente en el juicio de su marido, un activista representante de las víctimas de leche contaminada con melamina, en Beijing, el martes 30 de marzo 2010. Un tribunal de Beijing condenó Zhao a dos años y medio de prisión el 10 de noviembre 2010, acusado de "provocar desorden" en represalia por su esfuerzos por ayudar a los miles que se enfermaron en uno de los peores desastres de alimentos de China. Zhao declaró en diciembre de 2010 en su blog que fue liberado por motivos médicos y presenta una disculpa, pero su liberación no ha sido confirmada de forma independiente.
“Si este plan se hubiera implementado enérgicamente y no hubiera venido acompañado de una ola de abusos tolerados por el Gobierno, podría haber marcado un cambio real en el desempeño del Gobierno chino en temas de derechos humanos”, dijo Sophie Richardson, directora de Incidencia Política para Asia de Human Rights Watch . “Pero el fracaso del Gobierno a la hora de aplicar el Plan de Acción pone de manifiesto que para éste se trata más de un ejercicio de relaciones públicas que de una herramienta significativa para la protección y promoción de los derechos humanos para el pueblo de China”.
El Gobierno chino presentó el Plan Nacional de Acción de Derechos Humanos en abril de 2009 como una herramienta política para “la promoción y protección de los derechos humanos durante el período 2009-2010”. El PNADH fijó objetivos políticos en diferentes categorías, incluyendo derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos. También contemplaba varias secciones dedicadas a las obligaciones internacionales del Gobierno chino con respecto a los derechos humanos y las iniciativas de educación sobre derechos humanos. El PNADH se autodescribía como el resultado de “la amplia participación” de 53 ministerios de Gobierno, organismos y organizaciones no gubernamentales organizadas por el Gobierno, junto con académicos de nueve instituciones de investigación coordinados por la Oficina de Información del Consejo de Estado y el Ministerio de Asuntos Exteriores”.
Pero el valor del PNADH se vio socavado por el hecho de que durante ese mismo período el Gobierno cometió simultáneamente abusos contra los derechos humanos. En 2009-2010, el Gobierno:
continuó su práctica de sentenciar a disidentes de alto perfil, tales como el encarcelado Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, a largas condenas de prisión bajo cargos de haber revelado secretos de Estado o acusaciones de “subversión”;
amplió las restricciones a los medios de comunicación y a la libertad en Internet;
impuso controles más estrictos a los abogados, defensores de derechos humanos y organizaciones no gubernamentales;
amplió los controles sobre los uigures y los tibetanos, y
participó en un creciente número de desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias, incluso en instalaciones de detención secretas e ilegales conocidas como “cárceles negras”.
“China necesita un plan nacional de acción de derechos humanos creíble que sea diseñado e implementado para mejorar su desempeño en cuestiones de derechos humanos y no para desviar las críticas”, dijo Richardson. “El fracaso del Gobierno chino a la hora de cumplir de manera significativa con los objetivos clave del Plan Nacional de Acción de Derechos Humanos sólo planteará más dudas sobre su disposición a respetar las normas internacionales, a medida que aumenta su influencia global”.
Hallazgos principales del informe de Human Rights Watch :
Progreso en los objetivos del PNADH
Según las estadísticas oficiales, las políticas del Gobierno chino han ayudado a reducir el número de chinos que viven en la pobreza extrema en más de 200 millones desde 1978. El PNADH también hizo que el Gobierno se comprometiera a continuar sus esfuerzos de erradicación de la pobreza. Además, el Gobierno le ha concedido explícitamente prioridad al “alivio de la pobreza” como un objetivo del próximo XII Plan quinquenal para el desarrollo económico y social. Si bien las estadísticas generales pueden ser poco fiables y la pobreza y la desigualdad siguen siendo problemas graves, el esfuerzo del Gobierno para mejorar el nivel de vida es meritorio.
Objetivos del PNADH no cumplidos
Torturas
A pesar de que el PNADH establece “que está estrictamente prohibido obtener confesiones forzadas mediante la tortura, y recopilar pruebas por medio de amenazas, coacciones, engaños u otros medios ilícitos”, la tortura de sospechosos bajo custodia china siguió siendo rutinaria en el período de 2009-2010.
Detenciones ilegales
A pesar de que Plan Nacional de Acción de Derechos Humanos establece que : “El Estado prohíbe la detención ilegal por agentes del orden ... Aquellos que son responsables de la detención ilegal, ilícita o prolongada serán sometidos a investigación y castigados si son declarados culpables”, la detención ilegal siguió siendo una práctica común en el período de 2009-2010. Las víctimas en este período incluyen a miles de tibetanos detenidos arbitrariamente como consecuencia de los disturbios de marzo de 2008 en toda la meseta tibetana, docenas de hombres y niños uigures musulmanes en desaparición forzada tras la violencia étnica en la ciudad de Urumqi, en julio de 2009, y los miles de ciudadanos atrapados en centros secretos de detención ilegal conocidos como “cárceles negras”.
Pena de muerte
Aunque el PNADH declara que, “[La] Pena de muerte será estrictamente controlada y prudentemente aplicada”, el Gobierno chino sigue negándose a publicar estadísticas sobre el número de personas que ejecuta cada año, y la evidencia sugiere que los mecanismos para prevenir el abuso de la pena de muerte parecen ser insuficientes.
Cumplimiento de las obligaciones internacionales de derechos humanos así como intercambios y actividades de cooperación en el ámbito internacional de los derechos humanos
El Plan Nacional de Acción de Derechos Humanos comprometió al Gobierno a “cumplir sus obligaciones con las convenciones internacionales de derechos humanos a las que se ha adherido, e iniciar y participar activamente en los intercambios y la cooperación en el ámbito internacional de los derechos humanos”. Sin embargo, el Gobierno chino siguió teniendo un decepcionante historial de cooperación con los organismos internacionales en temas de derechos humanos. El Gobierno ha rechazado repetidamente las peticiones de una investigación internacional independiente sobre las protestas de marzo de 2008 en la meseta tibetana, se negó a aprobar las solicitudes para visitar el Tíbet por el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y seis de sus relatores especiales, e hizo declaraciones falsas durante el primer Examen Periódico Universal de China en el Consejo de Derechos Humanos en febrero de 2009, alegando que: “No hay censura en el país” y “ningún individuo o medio de información ha sido sancionado por expresar sus opiniones o puntos de vista”.
Las omisiones del PNADH
El PNADH dedicó considerable atención a cuestiones que en el mejor de los casos eran secundarias al urgente problema de derechos humanos de China, como el incremento de la construcción de instalaciones deportivas para la comunidad a 1.4 metros cuadrados por habitante para el año 2010 y “la promoción general del servicio digitalizado de cine, radio y televisión”.
Sin embargo, el PNADH no aborda varias cuestiones importantes de derechos humanos que son consideradas prioritarias por activistas de derechos humanos chinos y extranjeros: el hukou chino, o el sistema de registro de hogares; violaciones de los derechos relacionados con el aumento del número de litigios sobre la propiedad; y los problemas de derechos humanos relacionados con el creciente involucramiento de China en la diplomacia, el desarrollo y la inversión en el mundo en desarrollo.
A pesar de las decepciones del PNADH, Human Rights Watch insta al Gobierno chino para que amplíe el diálogo que llevó a la elaboración del plan y aproveche la experiencia de los relatores especiales de la ONU para lograr sus objetivos. Un paso en esa dirección sería la creación de una comisión de revisión independiente del PNADH para evaluar el éxito de los objetivos del plan y el proyecto de una versión revisada del Plan Nacional de Acción de Derechos Humanos con parámetros de referencia medibles, plazos, y evaluaciones públicas periódicas de su implementación.