La Administración Obama dejará de defender ante los tribunales la constitucionalidad de la ley de Defensa del Matrimonio, que niega la validez de los matrimonios homosexuales. La decisión, anunciada ayer por el departamento de Justicia, marca un giro en la política de la Casa Blanca, hasta ahora reacia a defender en público las bodas entre gais y lesbianas. Y abre un nuevo capítulo en un debate que ha dividido izquierda y derecha, y que podría desembocar en un intento de revocar la ley en defensa del matrimonio heterosexual, adoptado en 1996, durante la presidencia de Bill Clinton. Aunque el presidente Barack Obama ya había manifestado en el pasado su deseo de que el Congreso revocase la ley, la Administración defendía de oficio la legislación vigente ante la Justicia. El fin de esta política se suma a otros gestos recientes como la abolición de la discriminación de los homosexuales en las fuerzas armadas. Cinco estados y la capital federal reconocen los matrimonios homosexuales, pero el resto los prohíben y, en todo caso, no disfrutan de reconocimiento legal en el ámbito federal. 24-II-11, M. Bassets, lavanguardia